Un hombre caminaba por el bosque y encontró una seta gigante. La seta era del tamaño de una casa pequeña y tenía una puerta y ventanas. El hombre gritó:
–¡Ah de la casa! ¿hay alguien ahí?
En seguida se abrió una ventana y asomó la cabeza un enano.
Fin del cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario