4/5/10

La ciudad de los genios

La ciudad de los genios es horrible. No se puede vivir allí. En la calle el suelo está siempre lleno de lámparas. Vas tropezando con ellas. No se puede ni andar, de verdad, y los genios te hacen la vida imposible. Hay millones y no paran de asaltarte y preguntarte si quieres que te concedan un deseo. Eso es aun peor. Si le haces caso a uno y pides un deseo, la fastidiaste. Entonces ya no te dejan en paz. Se te pegan todos y no hay forma de sacárselos de encima. Eso pasa porque los genios necesitan un amo. Sin amo no valen para nada, así que andan todo el día como locos buscando uno.


Cristina Diéguez, una niña que fue allí una vez, lo pasó tan mal que no quiso volver a oir hablar de ello en toda su vida. Quedó hasta el gorro de genios. Desde entonces en los cumpleaños esta niña, al soplar las velas nunca pide nada.

2 comentarios:

maikix dijo...

Pues una escapadita a esa ciudad no me iría mal... aunque fuese en rebajas... o a un outlet...

Vivian dijo...

Leyéndote me vino a la cabeza aquello de “cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir”…

Lo maravilloso de los deseos es la incertidumbre de saber si algún día se cumplirán, y la gratificación de que sea nuestro esfuerzo y perseverancia lo que nos lleve a conseguirlos, no se suele valorar en demasía aquello que nada nos costó conseguir.

Un abrazo