29/11/09

El hombre que hacía las montañas


El hombre que hacía las montañas pasaba mucho trabajo. Las hacía a mano, él solo. Dios nunca le puso un ayudante a pesar de que se lo pidió muchas veces. El suyo fue un caso de explotación laboral clarísimo. No, no era Ansel Adams, sino otro. Su nombre no sale en la Biblia porque estas cosas se ocultan siempre.


Como era de prever este pobre hombre murió de agotamiento. Y por supuesto, dejó gran parte del mundo sin acabar: he ahí las grandes llanuras.

28/11/09

Perejil (botánica)


Todo el mundo conoce el perejil (Petroselinum hortense). En gallego se llama prixel y en vascuenze perrexil. Es una umbelífera. Crece espontáneamente por todas partes y en las fruterías de barrio lo regalan si vas a primera hora. En el Corte Inglés lo cobran (¡ay don Isidoro, don Isidoro!).


En opinión de Hipócrates el perejil es originario de Macedonia, donde vivía felizmente sin que nadie lo arrancara para echarlo a los guisos, hasta que la humilde plantita se decidió a viajar a Europa. Antiguamente se le echaba a las ovejas y a los carneros sibilinamente mezclado con la alfalfa, para que los inocentes animales, literalmente, se pusieran cachondos. Según los pastores para que los machos “padrearan”, un hermoso y perdido eufemismo que ya nadie usa.


El perejil se parece mucho a la cicuta menor (Aethusa cynapium) que huele mal, es venenosa y puede confundirse con él. Más difícil es confundir el perejil con la cicuta mayor (Conium maculatum), más venenosa aun y que fue la que le tocó a Sócrates. De todas formas, tengan cuidado.

El problema lingüístico en España


Este es un breve opúsculo aclaratorio dirigido sobre todo a quienes creen que hay un problema lingüístico. Yo creo que no lo hay. Otra aclaración necesaria: lo que sigue no es una opinión sino un cuento, como los otros. En este blog solo se ponen cuentos, como todos ustedes saben perfectamente. Por lo demás, adelante, amigos.


A pesar de la multitud de artículos y opiniones sobre el problema lingüístico español que se vierten día a día en los medios desde hace tiempo, la verdad es que nadie se ha tomado aun en serio el trabajo de explicar claramente y con sencillez en qué consiste dicho problema, seguramente porque es muy complejo. Así que voy a hacerlo yo de una vez por todas. Presten atención.


Aclaro a los escépticos que no soy filólogo, ni lingüista, ni político gracias a Dios. No soy más que un hablante como tantos, gallego por más señas aunque practique poco. De esos que cuando se despiden por teléfono de un catalán en español dicen adéu; cuando agradecen en Bilbao, eskerrik asko; y si se pasan por Ovieu... en fin, se hace lo que se puede. Tal vez se deba esto a que los deleznables curas que me educaron de niño, se empeñaron en que me tragara la absurda patraña de que “el saber no ocupa lugar”. Las seis mudanzas que he hecho en mi vida, de ciudad en ciudad, arrastrando costosamente en cada una de ellas siete estanterías y más de cinco mil volúmenes, dan idea de la maldad de aquellos maestros sin escrúpulos, que me engañaron cuando era tan ingenuo.


Pero pasando a lo que importa, que no conviene entretenerse. El problema lingúístico español consta de cuatro partes grandes y una parte pequeñita. Hay que entender esto muy, muy bien antes de nada. Las cuatro partes grandes son el español, el euskera, el catalán y el gallego. La parte pequeñita, lo que no quiere decir que sea “menor” (esto se aclarará al final), es el bable. Cada una de las partes aporta sus consustanciales características y singularidades al problema, contribuyendo así a enriquecerlo y hacerlo más grande y hermoso si cabe. Lo bonito son los problemas... las soluciones no tienen gracia.


Como ya he adelantado, lo anterior resulta básico. Si tiene usted dudas vuelva a leerlo y releerlo todas las veces que haga falta. Si es necesario tradúzcalo antes a su lengua materna, pero asegúrese de que lo ha entendido correctamente antes de seguir. Si no, no le garantizo que pueda comprender el resto.


El español es la parte más grande del problema. Es una parte enorme. Enorme. La hablan casi quinientos millones de personas en todo el mundo, por lo que resulta muy difícil llevarle la contraria a esta parte. Además es una parte muy buena. En español se ha hablado tanto y se han escrito tantas cosas maravillosas desde Jorge Manrique hasta Alberti, que llevarle la contraria al español solo cabe en la mente de un chiflado o de un idiota... pero de todo hay.


La segunda parte en cuanto a su dimensión no es el catalán, como creen muchos erróneamente ya que hay cuatro o cinco millones de personas que hablan este idioma, sino el gallego. Y no lo digo porque yo sea gallego y quiera hacer patria, sino porque el gallego, aunque lo hablan solo tres millones de personas (los gallegos también somos personas) es una lengua-puente, que nos permite a los hablantes, incluso a los perezosos como yo, comunicarnos con toda naturalidad con Portugal, Brasil, Angola, Guinea, Mozambique, Cabo Verde, San Tomé (aqui recuerden a Cesaria Evora), Timor, Goa, Macao, etc... O sea que los gallegos no tenemos un problema de bilingüismo, sino de trilingüismo. Yo, a los autores portugueses los leo en portugués y me quedo tan ancho. Y he aquí la sorpresa: los hablantes portugueses son otros doscientos millones. Muchos ¿verdad? Doscientos más quinientos son setecientos, una simple suma que sabe hacer cualquiera en la península que haya superado con aprovechamiento alguno de los excelentes planes de estudios con los que los legisladores nos han regalado en los últimos años.


En definitiva, que el gallego es un problema muy grande. Si nos ponemos finos, más grande que el español: 700 vs 500 ¿se dan cuenta? Además, algunas particularidades añadidas de esta lengua no hacen sino acentuar la gravedad del asunto. Una por ejemplo, que la mayor figura de la literatura romántica española, Rosalía, escribió en gallego. U otra, que uno de los autores teatrales más grandes de todos los tiempos, tal vez el más grande después de Shakespeare -no lo digo yo sino los expertos-, Valle Inclán, era gallego... aunque escribió todo ¡en español! Y es que los gallegos somos muy raros. Muy raros, de verdad. Y con la lengua más (esto no tiene ningún doble sentido erótico). Por citar un último caso, Cunqueiro. Cuántos lo descubren no saben donde ponerlo una vez que lo han leído, si encima o al lado de Borges (preferiblemente encima). Y para colmo el tipo escribía indistintamente en gallego o en español. Le daba igual. ¡Hasta escribía en bretón o en gaélico si alguien se le ponía chulo! Y en todas esas lenguas era un maestro. Alucinante.


Todo esto está muy bien y casi nadie estará en desacuerdo, pero como lo que interesa a los lectores de este artículo es la situación actual y no olvido que prometí aclararla, la aclararé. Y la situación actual con respecto al gallego, es la siguiente, resumida. No es mía, la he leído en algún sitio y he olvidado a su autor pero suscribo la frase en su totalidad: “Galicia hoy es un país en el que prácticamente la totalidad de los hablantes son bilingües, salvo un reducidísimo grupo de monolingües que sorprendentemente se autodenominan ¡Galicia Bilingüe!” ¡Dios mío! Hacía años que nadie me explicaba algo con tanta claridad. ¡Bendito sea el Señor! ¡Ni Paco Vázquez hablando en inglé!


Y sin embargo, la parte gallega no se percibe como un problema por el resto de los implicados (españoles, vascos, catalanes, asturianos). Pero eso es solo porque los gallegos somos de natural discretos, y nada nos caracteriza tanto como el denodado empeño que ponemos siempre en rehuir todo conflicto. Por cierto que a propósito de esto y con su envidiable lucidez, estilo y tranquilidad natural, dijo don Álvaro Cunqueiro una vez, en español: “ ...nosotros los gallegos amamos nuestra lengua, tan humilde como sea, tan mediocre el futuro que le esté destinado, pero que cada día, tal y como es, es pan fresco en nuestras bocas... / ...Los gallegos estamos en esta esquina verde de España, eso sí, pero con nuestra lengua, con la que no queremos juegos, y para la que exigimos el respeto que merece. Y esto no es política.”. Creo que está bastante claro, “pan fresco en nuestras bocas” ¿se puede decir mejor?


La segunda parte, ahora sí, es el catalán. El catalán lo hablan, tirando por lo alto, unos cinco millones de personas. O sea que es como un mosquito al lado del gallego. Espero que el señor Carod Rovira me perdone la comparación. Eso sí, el catalán es un mosquito de primera: Ramón Llul, Ausiàs March, Espriu... o Vázquez Montalbán que escribía en español como Valle; y Pla que escribía en lo que le daba la gana como Cunqueiro. Así que Galicia y Cataluña, escribiendo al menos, son muy parecidas... salvo en una cosa, en lo que diferencia a los pobres de los ricos: en el dinero. "Mucho faz el dinero, mucho es de amar; / al torpe faze bueno e home de prestar, / faze correr el coxo e al mudo faze hablar, / el que no tiene manos, dineros quiere tomar.” El señor Carod Rovira me perdonará otra vez, aunque en este caso no por mis méritos sino por los del Arcipreste de Hita, que no era gallego aunque lo parecía de lejos. Pero ¿acaso no hemos cantado todos mil veces y aun seguimos haciéndolo con emoción? "No em mateu, us demano per ma mare! / Reseu l'últim "Crec en Déu, / Pietat, pietat”. Por cierto que ahora Lluis Llach se dedica a hacer vino. Y las etiquetas de las botellas son preciosas, como corresponde a un buen catalán: el diseny lo primero. El vino... en fin, yo lo he probado y no me pareció gran cosa. Eso sí, sus discos siguen siendo tan buenos como siempre.


Perdón, como es habitual en mi me estoy yendo por las ramas, “m’estic despistant”, no sé si se dice así. El asunto era ¿lo recuerdan? el problema lingüístico. Pues bien, la parte del problema catalán que prometí aclarar es la siguiente: la mayoría de los catalanes, al contrario que los gallegos, no son bilingües. No lo son y punto. Basta. Mucho menos trilingües. No hay que complicarse. Es así y ya está. No saben otras lenguas y no les interesan (español incluido). De hecho ya les da mucho trabajo aprender la suya... que por cierto, es cultísima.


A los españoles no catalanes les resulta difícil aceptar este hecho, pero es lo que hay, ¿yo, que quieren que les diga? Por otra parte el catalán, una lengua hablada por una minoría (recordemos que solo son cinco millones de hablantes, o sea nada), está en franca regresión –no la habla nadie más que ellos–, por lo que conviene protegerla y fomentarla de todas las formas posibles. Y esto lo digo en serio; de verdad a pesar de la ironía. Por eso creo que todas las medidas que contribuyan a promocionar su uso deben de entenderse como lo que son en verdad: un bálsamo necesario e imprescindible para un moribundo. ¿O acaso no queremos que vuelva Ramón Llul a la vida, cantando en su lengua maravillosa los círculos de estrellas que le permitían predecir el mundo, para que los reyes de Navarra y de Aragón supieran lo que tenían que hacer? Claro que queremos. Salut! Por cierto que Ramón Llul... era mallorquín.


La tercera parte es el euskera, euskara, vascuence, vascongado e incluso vizcaíno o como lo quieran llamar ustedes si se tercia, que eso va en gustos. El euskera es una parte del problema pequeña, pero grande al mismo tiempo. Pequeña porque apenas lo habla nadie; unas quinientas mil personas. Grande porque los que la hablan hacen mucho ruido. Los vascohablantes son como los de Calanda. Son pocos, pero montan un estruendo increíble que se oye a kilómetros de distancia. Además el euskera tiene una peculiaridad excepcional, aparte de su ruda belleza. Es único. Es como una hermosa joya diminuta y perdida que se halló un día en una excavación. Una joya llena de misterio. Una que nadie conoce y nadie sabe de dónde viene. Pero una perfecta en cualquier caso, que fue repujada alguna vez con maestría por la mano de un artesano genial del que nada sabemos ya. El euskera es una especie de Machu Pichu, Tikal, Cuzco, Paraguá... ciudades maravillosas que fueron engullidas por la selva. Casi. Hasta que alguien las descubrió otra vez. Maravillas sepultadas por el tiempo que como los hombres se habían ido, fueron tomadas por la verdura que se apoderó de todo y lo devoró todo. La verdura es así. Es lo bueno que tiene. Y pues, el euskera en realidad no es una lengua, sino un náufrago de una estirpe de dioses. Un náufrago que se ahoga, por supuesto. ¿Alguien cree que no hay que echarle una mano? ¿Si usted se encontrara con un verdadero dios, acaso no lo besaría y se rendiría a sus pies? Euskera. Lo hablaban los dioses. Intentemos hablarlo ahora nosotros.


Por último, la parte pequeña: el bable o asturiano. Esta parte del problema es simple, minúscula, imperceptible casi, pero contundente y definitiva. ¿Usted no ha cantado alguna vez, llevado por la verdad del vino “Asturias patria querida”? Sintiéndolo. ¿A que sí? Entonces ¿qué más pruebas quiere? ¿Es que se le ha acabado la decencia? ¿Cuándo? ¿Es que se quedó sin corazón ayer? ¿Se lo robó alguien o qué? En fin, ya les advertí que la parte más pequeña... iba a ser la más grande al fin. Porque en el fondo una lengua es una mina de diamantes, y sea grande o pequeña, el pueblo que está sentado sobre una y no la explora está loco. ¿O no?


Una vez entendido todo lo anterior no queda más que hacer un gráfico muy sencillo. Una especie de cuadro sinóptico en plan árbol genealógico, con sus flechitas y ramitas. Ya sabe, se puede hacer en una pizarra, en un papel o en la cabeza, depende de la capacidad de cada cual. Pero hay que dibujarlo bien, eso sí. El gráfico es el siguiente:


Español (hijo del gallego -flecha hacia el gallego-).

Catalán (hermano del español -flecha hacia el español-).

Gallego (madre y hermana a la vez del español -flechas hacia ambos- ¿No es este un parentesco extraordinario, propio solo de los dioses del Olimpo?).

Euskera (Vale, es un primo lejano, pero lo queremos con locura y si viene a casa le damos cama y mantas ¿o no? -flecha hacia todos-)

Valenciano (hermano del catalán -flecha hacia el catalán-).

Mallorquín (primo del catalán y del valenciano -flecha hacia ambos-).

Bable (hermano del gallego y madre y hermano del español a la vez -flecha hacia ellos-. Es más bajito sí, pero ¡coño, también Napoleón era bajito! ¿y qué?, ¿acaso no conquistó Europa? Además, ¡este es el padre de todos!).


Y ahora, una vez hecho el cuadro estúdielo usted detenidamente. Sobre todo analice las relaciones y conexiones entre las distintas lenguas, y entenderá al fin el problema... que no su solución, claro está.

25/11/09

San Sabiniano


San Sabiniano fue un santo increíble. Estaba un poco loco. Vivió en tiempo del emperador Aureliano (esto es fácil de recordar porque rima). Siendo Sabiniano muy joven, en cierta ocasión cruzó el Sena y se arrojó a él con la intención de bautizarse. Pero este santo tenía un coeficiente de flotabilidad extraordinario (podía caminar sobre las aguas) y le resultó imposible la inmersión. Sin embargo y a pesar de eso, desde entonces se dedicó a predicar la palabra de Dios.


Tenía poderes mágicos. Una vez clavó una simple vara en el suelo e inmediatamente la vara floreció. Por más que este hecho nos pueda causar sorpresa es totalmente cierto, ya que está corroborado por el testimonio de más de mil doscientas personas que lo vieron y se convirtieron al cristianismo en el acto. Otra vez lo encadenaron y se libró de todas las ataduras en un santiamén. Era más hábil que Houdini. Este tipo de cosas sacaban de quicio al emperador.


Lo mejor de San Sabiniano fue su martirio. Como con tantos otros santos hubo varios intentos de acabar con su vida, pero la cosa no resultó nada fácil. Primero el emperador lo mandó prender y ordenó que lo acribillaran con flechas. Lo ataron a una columna, en plan San Sebastián, y docenas de experimentados arqueros le dispararon al mismo tiempo, pero todos los proyectiles quedaron suspendidos en el aire a tan sólo unos centímetros del santo. Igualito que Matrix, pero mejor: las flechas se quedaron allí todo el día. Como los soldados no sabían que hacer, lo dejaron estar. Cuando volvieron a la mañana siguiente, las flechas seguían en el mismo sitio. Entonces el emperador Aureliano se enfadó de verdad. Increpó al santo maldiciéndolo, y al oirlo una de las flechas se puso en movimiento y se clavó entre los ojos del monarca, dejándolo ciego. Esto demuestra el infinito poder de Dios y la enorme influencia que tenía San Sabiniano en las altas esferas.


Al final optaron por decapitarlo. Un método cuya eficacia con otros santos ya había sido probada. El 1 de febrero del año 279 de nuestra era le cortaron la cabeza. Limpiamente. De un hachazo. Pero sus verdugos no se fueron de rositas así como así. ¡Ah, no! El cuerpo del santo se levantó, recogió su propia cabeza con las manos y caminó cuarenta y nueve pasos, nadie sabe en dirección a dónde. Después, por fin murió.


Siendo yo un niño, una hermosa gallina a la que mi madre acababa de cortar el pescuezo en la cocina, se le escapó, echó a correr, recorrió parte del pasillo y casi llegó hasta el hall. Una distancia similar a la de San Sabiniano. Obviamente la gallina se encaminaba hacia la puerta, lo que demuestra que el ave poseía una cierta inteligencia aunque ya no tuviera cabeza. Tal vez la inteligencia estuviera en sus patas. O tal vez no, pues de todos modos pensaba salir de casa... pero se dejaba la cabeza dentro. El caso es que al día siguiente la comimos estofada y que yo recuerde, esta gallina sabía exactamente igual que otras que no habían intentado huir. Ignoro si esto tiene algo que ver con lo anterior. Creo que no.

24/11/09

La estatua diferente


En la Isla de Pascua hubo una estatua que era diferente, pero ya no está allí. Fue una historia trágica porque aquella estatua no quería hacer daño a nadie. Simplemente estaba harta de ver siempre el mismo paisaje, así que un día se dio la vuelta sólo por variar, para ver qué había al otro lado, sin percatarse de que aquella acción inocente podía traer consecuencias nefastas.


Efectivamente. Las estatuas constituían una comunidad retrógrada e inmovilista y no podían consentir de ninguna manera que una de ellas se saliera de la norma. Primero la increparon llamándola traidora, esquirol, malnacida y otras cosas peores. La estatua sufrió mucho. Después se reunieron a sus espaldas y conspiraron para expulsarla de la isla. Una noche mientras la estatua diferente dormía, las otras se abalanzaron sobre ella por sorpresa, la arrancaron del suelo y la arrojaron al mar. La estatua no flotaba y tampoco sabía nadar; en unos segundos se hundió en las frías aguas del Pacífico.


A la mañana siguiente todas las estatuas ocupaban sus puestos como antes, mirando fija e hieráticamente al horizonte con la expresión fría y concentrada de siempre... como si no hubiera pasado nada.

22/11/09

El trigo de Méjico

A la multiplicación de los panes y los peces se le ha dado mucho bombo, pero hubo otros milagros parecidos que no se conocen tanto, sobre todo porque no los hizo Jesús (ya se sabe que los vencedores manipulan siempre la historia a su antojo). Por poner un caso –como ejemplo vale un botón–, Juan Garrido, un simple esclavo negro de Cortés hizo en América un milagro del mismo tipo pero aun mejor y nunca se cuenta.


Este hombre encontró un día tres granos de trigo en el fondo de un saco de arroz. Y los plantó. Aunque sólo germinaron dos, entre ambos dieron más de doscientos granos nuevos, así que el tal Garrido los volvió a plantar y obtuvo una cosecha mayor. Después repitió la operación varias veces sucesivamente. Y el milagro, increíble, es este: he ahí todo el trigo de Méjico.

21/11/09

Aprender idiomas


Para aprender idiomas no hay nada mejor que el Espíritu Santo. Se te posa encima una vez y listo: de repente ya los sabes todos. Es mejor que el Assimil. No tienes que trabajar nada. Eso sí, tienes que tener fe. El método se llama Pentecostés; lo tiene registrado la Iglesia Católica desde hace siglos. Es un método barato, sencillo y apenas requiere esfuerzo por parte del alumno. Pero casi no se emplea ya, pues si se hiciera hoy generaría la violenta oposición de academias, universidades y escuelas de idiomas de todo el mundo. Y con razón, ¿de qué iban a vivir?


Los judíos usan el mismo método pero lo llaman Shavuot, y en su caso sirve para aprender leyes en lugar de lenguas. Esto es típico de los judíos: hacen lo mismo que cualquier otro, pero le ponen un nombre distinto y así les queda muy fino.


En otro tiempo este método para aprender idiomas fue común y lo empleaban multitud de escuelas con óptimos resultados. Famosos fotógrafos de la antigüedad como Pinturiccio, Giotto, El Greco y otros más, retrataron a menudo a grupos de alumnos siendo instruidos mediante el Pentecostés en clase. Si les interesa pueden ver ustedes esas imágenes en Wikimedia Commons, simplemente tecleando “Pentecostés”. Es fácil.


NOTA DE AGRADECIMIENTO: Este cuento me lo ha sugerido Patsy Scott, a través de un comentario suyo a propósito de... historias de la Biblia.

20/11/09

El Parebo


El Parebo es un árbol de la India que tiene la facultad de atraer hacia sí como un imán a toda cosa o persona que se le acerque. Una vez que algo o alguien está pegado a su tronco, resulta muy difícil despegarlo. Este árbol es fácilmente reconocible pues suele estar lleno de cosas pegadas: pájaros, ramas, piedras, otros árboles más pequeños e incluso personas y ganado menor. Lo atrae todo.


Con la madera triturada y las hojas de este árbol se elabora una fibra muy apreciada parecida al cáñamo, con la que se fabrican excelentes tumbonas de jardín.

Janto

Es verdad que Janto, el caballo de Aquiles, profetizaba en verso... pero era en verso libre.

Morris (retrato)


Morris es actor. La verdad es que no nos conocemos aunque si me lo encuentro por la calle me mira como si se acordara de mi, y de cuando le hice este retrato para una revista hace ya más de veinte años. Pero creo que no, que no se acuerda en absoluto. Así que si nos cruzamos, simplemente nos saludamos como se saludan las personas en las ciudades pequeñas: porque sí.

Incroyable


Lo de Robespierre fue un fiasco de principio a fin. Cometió muchos errores. Por ejemplo abolió a Dios, y como es lógico Dios se enfadó mucho. Tener a Dios enfadado es lo peor que te puede pasar. Aquello de la Revolución no podía acabar bien, ya se veía. Aparte del engaño "un hombre, un voto". ¡Bonita jugada!, un hombre sí, pero una mujer no, ¡anda ya! Además cambió los nombres de un montón de cosas. Incluso los de los meses. ¡A quién se le ocurre!, la gente ya tenía más que suficiente en aquel momento con aprenderse el sistema métrico decimal, que sí que fue una buena idea, para aun encima tener que acordarse de nombres nuevos de todo.


Otro error fatal, las ejecuciones mediante la guillotina. Esta fue una metedura de pata increíble. Totalmente increíble. ¿Por qué pensaría que no le iba a tocar a él?

18/11/09

Animales fantásticos


Este título, que ya se ha utilizado otras veces, es una tontería ya que en realidad la mayoría de los animales son fantásticos desde el Yeti a los hámsters. Cuantos tienen algún animal en propiedad lo saben. Es más, incluso los que no tienen ninguno y sólo se tienen a sí mismos en casa, también pueden darse cuenta haciéndose un par de sencillas pruebas que no diré aquí.


El María Moliner define fantástico como imaginario; pero también como magnífico, maravilloso, o simplemente impresionante por bueno. Este diccionario preclaro sugiere consultar también la entrada “seres fantásticos”, lo que amplía el campo a todos aquellos engendros creados únicamente por la imaginación o por Borges, entre los que se cuentan duendes, genios, fantasmas y otros que no se especifican. Por otra parte y por seguir con los diccionarios, el Covarrubias define animal como sustancia animada dotada de sentido y movimiento; y también como hombre de poco discurso. Esto último es interesante pero nos aleja del tema. Ciñéndonos más propiamente al título de este cuento, “animales fantásticos”, hay unos tipos que se ocupan precisamente de ellos, son los criptozoólogos.


La criptozoología es una profesión en alza últimamente, pero si usted quiere estudiar criptozoología lo tiene bastante difícil: no se enseña en ningún sitio. Tendrá que hacerse autodidacta antes... y eso tampoco se enseña en ningún sitio. El criptozoólogo más famoso de todos fue Bernard Heuvelmans, un francés muy listo que primero estudió mucho y después se inventó todo lo demás. Esto es típico de los criptozoólogos. La criptozología distingue las siguientes clases de animales fantásticos de la a a la zeta:


– a) Los que existen. En este grupo se incluyen los murciélagos, los ratones blancos, los canarios, los osos gigantes, el pájaro zapato-pico-tijera, los hombres de las nieves y algunos peces de río como la trucha, el lucio y el salmón. El escritor gallego Álvaro Cunqueiro, por ejemplo, vio una vez a un salmón que era un noble príncipe. Se trataba de un animal fantástico sin duda y así lo dejó escrito el literato en su libro “La Cocina Cristiana de Occidente”: “Yo vi caer uno ayer en la salida del canal de un viejo molino cubierto por la hiedra, y ya en la hierba moribundo, puedo decir que nunca han visto las tierras mías tan elegante caballero, tan vestido de plata, tan fino señor, un infante de León en fin, como aquel salmón.”


– b) Los que no existen.


– c) Los que son enormes, como el Kongamato de Jiundu, una especie de pájaro gigante que vivía en el Zaire y practicaba la libanomancia. O sea que tenía la facultad de adivinar el futuro mediante la aspiración de humo de incienso; una disciplina adivinatoria muy difícil.


– d) Los que perecieron víctimas de la ignorancia de los hombres, como las grandes tortugas.


– e) Los que tienen pelo, como el Pies Grandes de Minessota.


– f) Los que viven en el mar, como el Basilosaurio de Alaska, o el Morgawur de Cornualles, una gigantesca serpiente marina de la costa de Inglaterra que fue propiedad de Enrique VIII. Esta bestia hablaba francés y se alimentaba de nutrias vivas.


– g) Los que se parecen a un perro.


– h) Los yetis de Khumbu, que construyen pirámides.


– i) Los gusanos alpinos.


– j) Los animales que tienen un solo cuerno.


– k) Los que son más pequeños que los hombres. En este grupo se incluyen los Yerenes de Hube, una especie de monos que viven en China; los Shirúes de Ecuador que solo se alimentan de cortezas de árbol; los Mapinguaris del Brasil; y los hombres polilla de Virginia, que tienen los ojos inyectados en sangre y matan a los lactantes si se los deja a solas con ellos.


– l) Las culebras enanas de Mongolia que eran inofensivas de cerca, pero de lejos provocaban la muerte.


– m) Los animales de la Atlántida. Estos eran toros acuáticos, peces alados, y caballos, yeguas y cabritos de mar.


– n) Los ciervos de Cíbola, que eran de oro.


– ñ) Las moscas de Qumrán, que vivían en Jordania y escribían libros.


– o) Los animales que son propiedad del Papa de Roma.


– p) Los roedores de Jung, más conocidos como “conejos energéticos”.


– q) Los peces de Samuel Guthrie, que tenían visión remota. Estos ictínidos que fueron sometidos a numerosas pruebas de laboratorio podían adivinar el futuro con facilidad a condición de que se los alimentara con hombres sanos.


– r) Los gatos de Erik Hanussen. Un grupo de felinos domésticos que vivían en el parlamento alemán. Estos gatos fueron adoptados por Adolf Hitler y sus opiniones (desacertadas) acerca del desarrollo de la guerra siempre fueron muy valoradas por el mandatario germano.


– s) Las palomas de Santa Teresa y las tórtolas de don José María Castroviejo, ya que estas aves columbiformes eran capaces de levitar sin ayudarse para ello de su natural aptitud para el vuelo.


– t) Los Grandes Cuervos Blancos que vivían trescientos y cuatrocientos años. El más famoso fue aquel enviado por Noé a recorrer el mundo después del diluvio y que nunca regresó al Arca. Dicho cuervo tuvo muchos hijos. Uno, que se llamaba Ops tuvo un templo famoso en la Vía Sacra. Ops no podía montar a caballo, pues le repugnaban los solípedos.


– u) Los gorriones de San Benitiño de Cova de Lobo, en Ourense, a los que se entregaban los niños poseídos de “tangaraño” para que los curaran, cosa que los fringílidos hacían generosamente sin pedir ninguna recompensa a cambio.


– v) Los pollos sagrados de los Pularios romanos, que eran prostitutos reconocidos, pero decían la hora con exactitud a condición de estar correctamente alimentados.


– w) Los cromatóforos.


– x) Los rapsodomantes, animales diminutos de diversas clases que solían aparecer en los libros y en los versos sin haber sido convocados.


– y) Los animales santos como Efraín el Cantagrillos y Santa Eudosia, la enviada de la primavera.


– z) Los animales arsenavianos y las vacas bursionvskas o vacas pardiñas rusas, que rechazaban el uso del oro pues lo consideraban un producto del demonio.


Y con estos ya vale. Puesto que se ha acabado el alfabeto y esto era de la a a la zeta, lo mejor para mi y para ustedes es que dejemos este maldito asunto aquí. Ya seguiremos cualquier otro día, porque lo que sí está claro... es que aun podemos inventarnos muchos más. Gracias por su atención y fin.

14/11/09

Palabras mágicas

Pocos magos llegaron a entender correctamente el verdadero poder de las palabras mágicas y con el tiempo la mayoría de ellas se olvidaron, o se perdieron por falta de uso. Algunas servían para vencer el miedo, otras para convocar a un dios o para derrotar a un ejército; y otras, las más comunes, para enamorar a un caballero. Generalmente bastaba con decirlas con la entonación adecuada para que surtieran efecto.


Juan Eduardo Cirlot descubrió una que tenía un poder extraordinario: si un muerto la pronunciaba en voz alta, volvía a la vida. La palabra es ésta: Bronwyn.

13/11/09

La Torre de Babel


El asunto de la Torre de Babel fue muy discutido en su momento y se han llegado a decir muchas tonterías al respecto. La versión más común de esta historia dice que los hombres decidieron construir una torre gigantesca que llegara hasta el cielo para ver a Dios. Pero este se enfadó y les confundió las lenguas, haciendo que fueran incapaces de comunicarse entre ellos y echando por tierra todo el proyecto.


Nada más absurdo. ¿Iba a enfadarse Dios porque tenía visita? Es ridículo. La historia así no tiene pies ni cabeza. Además las distintas lenguas ya existían hacía tiempo y no eran ningún problema. Lo cierto es que los hombres llegaron a construir la torre entera y en cuanto llegó al cielo subieron todos juntos. Cuando Dios los vio, a pesar de que eran muchos los invitó a tomar un té en su casa, que es lo que haría cualquier persona normal con unos viajeros cansados. Hay que tener en cuenta que la torre era enorme y llegar arriba llevaba muchos días.


Les puso café, té y zumo de piña. Además había un bufé con salchichas, bacon, huevos al plato y pasteles, atendido por unas amables señoritas que tal vez fueran ángeles. Parecía una sala VIP. La música era deliciosa y el ambiente muy acogedor. Los hombres estaban estupendamente allí. Una vez que todos hubieron comido y descansado lo suficiente, Dios carraspeó discretamente y dijo:


– Ejem. En fin, señores míos, su compañía es muy grata pero seguro que esta visita obedece a algún propósito concreto. Ustedes dirán, ¿qué les ha traído por aquí?


Y los hombres contestaron sorprendidos:


– ¡Oh!, creíamos que lo sabía. Hemos venido a quedarnos.

Don Miguel de Cervantes

No existe en toda la literatura y esto se ha dicho un millar de veces, un héroe tan extraordinario y universal como don Miguel de Cervantes, el caballero andante creado por Alonso Quijano en 1605. De él dijo ¿Wordswoorth? acertadamente: “la razón anida en su recóndita y majestuosa locura”.


Ningún personaje como don Miguel, y esto es indiscutible, ha reflejado los anhelos más limpios y elevados del hombre. ¿Quién no se identifica con sus sueños de nobleza, y también con su frustración cuando estos chocan con la triste y mezquina realidad?


La locura de don Miguel fue además una de las más hermosas: perder la razón a causa de la lectura.

11/11/09

Adán


Se suele creer que el mayor problema de Adán fue el de la pérdida de la inocencia y se han escrito muchos libros alrededor de este tema, pero lo cierto es que el primer hombre carecía totalmente de inocencia antes del pecado original. Tal vez perdiera el juicio, pero la inocencia de ninguna manera. Es un puro invento literario lo de la inocencia adánica. Una falsedad. Un mito. El hecho cierto es que aquel hombre fue creado en un instante, como un adulto, sin infancia. Difícilmente pudo perder lo que no tenía.

8/11/09

Carta a Isidoro Álvarez

Estimado Isidoro:

Desde hace más de veinte años recibo sin falta, a principios de junio, su amable carta de felicitación por mi cumpleaños, sin que hasta hoy haya tenido yo la cortesía de agradecérselo adecuadamente. Lo hago aquí y ahora. Gracias. Y me disculpo por este retraso tan grande, en la confianza de que no lo tome usted por una falta de consideración sino solo como un defecto mío, que no he sabido estar a la altura de su espíritu metódico y de su inquebrantable nobleza. La constancia y el tesón que ha demostrado a lo largo de todos estos años aun a pesar de mi silencio, solo puedo interpretarla como un sentimiento de verdadero afecto que me llena de emoción.


No soy un caso único. Como sabe, muchos españoles han desarrollado un cariño por la empresa que usted preside que entra casi en el territorio de lo familiar. Para algunos, entre los que me cuento, entrar en una de sus tiendas es casi como entrar en casa. Pero además, particularmente en mi caso, el hecho de que sea usted de origen asturiano, tierra por la que siento una gran devoción, junto con la curiosa coincidencia de nuestros apellidos: Álvarez Álvarez los suyos, y González González los míos, hacen que desde hace tiempo sienta por usted una simpatía especial que espero, sepan transmitir estas modestas y agradecidas líneas.


Sabiendo de la dedicación que presta a tantas y tan variadas actividades, no deseo robarle con esta carta más tiempo del necesario, que usted sabrá ocuparlo bien en otros menesteres más provechosos para su persona. Sin embargo la campechana cercanía con la que me ha tratado siempre, una consideración que no merezco y por la que no he hecho ningún mérito especial, salvo que se pudiera entender como tal mi gasto en El Corte Inglés en estos años (aproximadamente unos 150.000 euros), me da pie a hacerle esta amistosa observación que, estoy seguro, su fino humor asturiano sabrá aceptar con elegancia y bonhomía. ¿Se ha fijado que en este mes pasado, por primera vez en la historia el gasto de mi tarjeta asciende a 0 euros? Pues fíjese. Y el próximo 8 de junio, aparte de la felicitación... a ver si hay un regalito, por una vez. Estírese un poco, hombre.


Afectuosamente suyo, Víctor González.

Un cuento portugués


El marinero portugués que tenía dos escaleras de flores en el corazón, por las cuales alternativamente subían suspiros y bajaban amores, no dejaba de llorar. Este marinero se llamaba Fernando y generalmente lloraba así: “Ó mar salgado, quanto do teu sal são lágrimas de Portugal!”.

7/11/09

Las Islas de los Cartógrafos


Las “Islas de los Cartógrafos” fueron muy famosas. Las inventaban los autores de planos en los siglos XV y XVI. Aquellos expertos ponían a veces en los mapas islas, bancos de arena o arrecifes que no eran accidentes geográficos reales. Y lo hacían casi siempre para dedicárselos a sus amantes, como una especie de broma privada. Las “Islas” provocaban la exasperación de los marinos, que no eran capaces de concebir que semejantes engaños que les producían tantas incomodidades, molestias y peligros, fueran realmente muestras de amor.


La Carta del Mundo de Juan de la Cosa, que se conserva en el Museo del Ejército de Madrid, contiene varios de estos accidentes imaginarios dibujados por él mismo, como las Islas de Galicia en el golfo de Venezuela; o los bajíos de Santa María de Santoña, en Panamá. En cambio, como se ha comprobado, la inexistente isla de Guazabara que aparece en dicho mapa próxima al puerto de Cartagena no es suya, sino que fue añadida con posterioridad por alguna mano anónima.


El mapa de Muhidin Piri Ibn Haji Memmed, más conocido como Piri Reis, almirante de la flota otomana a finales del siglo XV, es un caso excepcional: todos los accidentes geográficos que contenía sin excepción eran falsos. Como prueba baste decir que dicho mapa, que fue hallado en 1930 en el palacio de Topkapi en Estambul, describe en detalle y con gran exactitud las costas de la Antártida, un continente entonces desconocido, que solo fue descubierto por Cook en 1773, casi dos siglos más tarde.


Lamentablemente hoy el conocimiento, los grandes viajes y los adelantos de la ciencia moderna, fotografías aéreas o por satélite, etc., han hecho que dichas invenciones hayan dejado de existir y los mapas sean ahora perfectos. ¡Qué horror! ¿A dónde iremos entonces?

3/11/09

El Alkonost


El Alkonost era un ave mágica que vivía en Rusia. Tenía una hermosa cabeza femenina y un plumaje muy bello. Esta ave ponía un único huevo en el fondo del mar y mientras lo incubaba, durante 20 días, el mar estaba en calma. El pez que nacía del huevo debía nadar hasta la superficie y solo allí se convertía en un ave: el Alkonost.


Durante sus primeros años de vida, el pollo de Alkonost tenía el aspecto de un ave normal y emitía unos feos graznidos. A partir de la quinta muda su cabeza tomaba la forma de una atractiva joven, y entonces su canto se volvía tan hermoso que hechizaba a cualquiera que pudiera oirlo.


El Alkonost sabía jugar a las cartas. Si seducía a un marinero con su canto, después se sentaba a jugar con él para siempre. Iván IV el Terrible fue propietario de uno muy hermoso al que alimentaba con vino de Malvasía que se hacía traer de las islas Canarias. También tuvieron Alkonosts otros grandes hombres de la antigüedad: Alejandro Magno tuvo uno; Federico I Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Germánico, otro; y Antíoco IV, rey de Siria, tuvo dos, que en cierta ocasión le aconsejaron, sin éxito, que desistiera de emprender la toma de Jerusalén.


En la Edad Media los fabricantes de autómatas Jaquemat y Martinet, diseñaron y fabricaron un gigantesco autómata con forma de Alkonost que daba las horas con gran precisión, gracias a un mazo que llevaba en la cola. Éste fue el último Alkonost del que se tiene noticia, si bien y como es obvio no era un Alkonost de verdad, sino un simple artificio mecánico construido con gran habilidad.

El árbol invertido


El árbol invertido era mágico, hundía sus raíces en el cielo y la copa en las profundidades de la tierra. Los pájaros que anidaban en sus ramas también eran mágicos: tenían pelo y eran ciegos.

1/11/09

El rey pequeño


Hay un reino en Mongolia tan pobre que solo tiene un rey. El rey es muy pequeño, apenas mide un palmo. Cuando llegan enviados de otros países, el primer ministro sale a recibirlos y después los lleva a palacio a ver al rey. El palacio es del tamaño de una mesa mediana, con sus guardias y criados, todo en pequeño. Cuando los extranjeros ven al rey suelen decir con sorpresa:


– ¡Oh, qué rey tan pequeño!


El primer ministro les aclara:


– Somos un pueblo pobre. No podemos permitirnos los gastos de un palacio de tamaño real. Por eso tenemos este.


Y a todo el mundo le parece una explicación muy razonable. Después el primer ministro le pregunta al rey:


– ¿Dáis vuestro permiso para retirarnos, majestad?


Y cuando el rey dice que sí, todos obedecen, porque a fin de cuentas es el rey y aunque sea pequeño manda igual que si fuera grande.