29/1/12

El pollo níveo

El pollo níveo es del tamaño de un faisán pequeño. Vive en las regiones alpinas y es muy difícil de ver porque pasa casi toda su vida bajo la nieve. Aunque sabe volar no quiere hacerlo. Para comer asoma sólo el cuello y la cabeza fuera de la nieve y picotea aquí y allá lo poco que hay.


Esta ave es totalmente blanca y tiene pasaporte suizo. El pico y la cresta también son blancos. No se sabe de que color son las patas porque nadie se las ha visto nunca. Se sospecha que blancas.


En primavera el macho emite un complejo gorjeo que los ingleses han descrito en una ingeniosa aproximación fonética de la siguiente manera: “alittlebitofbreadandnocheese, alittlebitofbreadandnocheese, alittlebitofbreadandnocheese”.Y la hembra cuando lo oye, se pone muy nerviosa.

Goethea strictiflora (botánica imaginaria)


Este arbusto perenne natural del Brasil es bien conocido por su talento poético y literario. Poco exigente en cuanto a suelo y riego es sin embargo intrasigente con respecto a su ubicación exacta, y si se lo pone a la sombra se niega en redondo a escribir. Pero si se lo planta en el lugar adecuado, entonces se convierte en un poeta excelente y sus versos son un regalo para la literatura y para el espíritu.


La Goethea escribe con sus propias hojas, dejándolas caer en el suelo al azar.

16/1/12

Natillas (gastronomía)


Las de café las pusieron de moda en Bretaña las hijas del tabernero de Les Pieux, que eran cuatro y siempre andaban arremangadas. Esto de que andaban siempre arremangadas es un dato importante, aunque para comprender bien su trascendencia habría que preguntar a don Álvaro Cunqueiro, que las conoció en persona y probó sus famosos postres. Las hijas del tabernero de Les Pieux se hicieron famosas por preparar un extraordinario lenguado “a la Colbert” del que no hablaremos aquí porque no lo hemos probado y porque esta es la entrada de las natillas, y no la del lenguado. Además, para preparar un lenguado a la Colbert es necesario empaparlo en leche fría con sal antes de rebozarlo y freirlo. Una preparación delicada y compleja para la que no todos los cocineros están dotados.

Ostras (gastronomía)

La mayoría de las ostras son pequeñas, lo que contribuye a estimular la pasión de los gastrónomos aficionados a ellas. Sin embargo, algunas especies como la de Virginia (Crassostrea virginica) pueden llegar a medir hasta 30 centímetros de longitud, lo que significa que con una sola ostra puede uno darse un homenaje e incluso invitar a unos amigos...


En Arcade, en Pontevedra, localidad gallega famosa por sus ostras, existen algunos restaurantes que ofrecen previa reserva, ostras gigantes al gusto, crudas o guisadas de diversas maneras. Téngase en cuenta que la ostra es un animal longevo, vive setenta u ochenta años, y las que comemos habitualmente no suelen tener más de cinco o seis años de edad. O sea que son niñas. Yo he comido estas ostras maduras y les aseguro que resultan sorprendentes. Una sola es como un filete; y con tres de ellas pueden cenar dos personas cómodamente hasta quedar ahitas. Y son tan sabrosas y delicadas de sabor como las pequeñas. Eso sí, preparen la cartera. Lógicamente no son baratas.


Y recuerden que aunque las ostras no tienen cabeza, son bastante listas. Ándense con cuidado con ellas.

Nenúfar blanco (botánica)


El nenúfar blanco (Nymphaea alba) es una planta extraordinaria. Se supone que es una de las más hermosas del mundo, y algunos de los nombres con los que se la ha llamado así lo indican, como Rosa de Venus o Rosa de amor. El nombre latino (Nymphaea) alude a las ninfas, bellísimas hadas de las aguas. Esta planta es típica de Portugal, donde la llaman “lis-dos-tanques” y, cariñosamente “ambroiño de río”.


El nenúfar es una planta acuática. Vive en los estanques. Sus hojas son como bandejas que flotan en la superficie del agua. Algunas variedades, sobre todo las amazónicas, tienen flores y hojas grandísimas, de más de un metro de diámetro, y son capaces de sostener sobre ellas a un chaval de cierta edad sin cansarse.


Una característica curiosa de las flores del nenúfar es que siempre están impolutas. Nadie sabe como se las arreglan. Los científicos llevan años investigando este asunto.

15/1/12

Agapanthus Precoxis (botánica imaginaria)

Planta herbácea originaria de Sudáfrica, donde vivía tranquilamente antes de ser importada a Europa. Crece muy rápido y es muy lista. Las flores son azules. Por lo general aparecen reunidas en umbelas, cada una de ellas con cientos de flores diminutas. Los jardineros emplean a menudo esta planta para construir parterres muy coloristas y vistosos, ignorantes de que al agapanthus nada le horroriza tanto como la cercanía de sus propios congéneres.


El agapanthus es además extraordinariamente inteligente. Cuando es apenas un brote puede hacer derivadas y responde con presteza a cualquier cuestión que se le plantee, si bien en caso de no considerar la pregunta digna de su interés ni siquiera se molesta en contestar. Y entonces, a los ojos de un profano puede parecer tonto. Pero no lo es. Si algo no es el agapanthus es tonto.

Higos (gastronomía)

Los higos son los frutos de la higuera que es una morácea (esto puede parecer contradictorio a un no iniciado en el proceloso mundo de la botánica, pero no lo es).


Cuando yo era pequeño, tanto a mis primos como a mi nos tenían terminantemente prohibido trepar a las higueras que había en casa, pues las higueras son traidoras y en cuanto saben de un niño en sus ramas, dejan que estas se rompan arrojando al rapaz al suelo.


Existen más de 600 especies de higueras y muchas de ellas han sido consideradas sagradas en algunas culturas. El caso del “Bo” de la India bajo el que meditaba Buda es bien conocido, pero ha habido muchos otros.


Los mejores higos del mundo son los de Esmirna, en Turquía, cuyo sabor único se debe a la intervención de una especie de avispas que polinizan las flores de la higuera. Si usted quiere cultivar higos de Esmirna en su casa es imprescindible que se haga también con unas cuantas de estas avispas. De otro modo los higos no sabrán igual. Las higueras son así, peculiares.

Petrea volubilis (botánica imaginaria)


La Pétrea es una planta trepadora leñosa. Sus hojas tienen el tacto del papel de lija. Es poco exigente en cuanto a suelos y para crecer le basta con una pared soleada. Es de crecimiento muy lento, apenas uno o dos centímetros por año, y con el tiempo acaba convirtiéndose en piedra ella misma, o bien cambia de opinión.

1/1/12

Breve diccionario de curiosidades femeninas


Abadesa. La de Monviedro fue legendaria, pues el día que cumplió los cien años sin que nadie se lo hubiera pedido empezó a rejuvenecer por sí misma. Ante el asombro del resto de las monjas, el proceso de rejuvenecimiento no se detuvo nunca. La piel de la abadesa se alisó y se volvió más tersa. Después recuperó el pelo y los dientes, y la buena mujer volvió a su juventud y a su niñez, y al claustro materno, y al instante mismo de su concepción, momento en el que la devota monja tuvo la oportunidad insólita de conocer a su propio padre y hablar con él antes de su nacimiento (el de ella). Por último, la abadesa nonata desapareció. Algo parecido le ocurrió una vez a un lama tibetano, pero como era hombre su historia no la contaremos aquí.


Abridera. Virgen cuya parte frontal se abre en dos puertas con bisagras. Una vez abierta, la Virgen suele hablar y contar alguna historia más o menos increíble. Si al oyente le disgusta la historia no tiene más que cerrar las puertas y la virgen se calla, permaneciendo así todo el tiempo que se disponga.


Asunción. Los conquistadores españoles de esta ciudad tenían la costumbre de casarse con más de 100 indias a la vez para evitarse problemas con las tribus locales. Los franciscanos rechazaban estos matrimonios y ponían en duda la validez del sacramento así realizado, aunque sí admitían los bautismos masivos, y en ocasiones algunos de estos religiosos adelantados llegaron a bautizar a más de doscientos mil indios de una sola tacada. Los indios se dejaban bautizar porque sí. Porque a fin de cuentas... ni les iba ni les venía.


Batallón Femenino de la Muerte. Fuerza militar de resistencia formada en 1917 por viudas de oficiales del Zar. Defendieron heróica y bárbaramente el Palacio de Invierno.


Berenice. Su cabellera la descubrió por casualidad el simpático filósoso y astrónomo griego Coñón de Samos, a quien no hay que confundir con aquel otro Coñón natural de la parroquia de Sober, en Lugo, de agudo ingenio y tan citado por don Álvaro Cunqueiro.


Burra. La de Balaán fue famosa porque rompió a hablar, aunque pronunciaba con dificultad la erre doble y sólo sabía contar hasta siete.


Ciervas. Las del César llevaban un collar de oro con la inscripción “Noli me tangere, quia Cesaris sum”. Si un cazador mataba una de estas ciervas aunque fuera por error, era ajusticiado de inmediato.


Cleubulina. Hija de Cleóbolo, uno de los siete sabios de Grecia. Era poeta y escribía adivinanzas, pero no hay nada más que contar de ella. En cambio de su padre sí. Fue el que acuñó la famosa frase “mediocritas optimum” que el papa Borgia, muchos años después cuando le presentaron a tres frailes que habían sorprendido fornicando en los jardines vaticanos, tras mandarlos castrar traduciría libremente como “felice el de enmedio”.


George Sand. Muchas personas saben que la escritora vivió en Mallorca una tórrida historia de amor con Chopin, pero pocas conocen el dato de que cuando llegó a Palma lo hizo en un barco cargado de cerdos, entre los que viajaba el propio músico.


Gruesa. No se trataba de ninguna mujer, sino de la cantidad de ostras por persona, doce docenas, con que los romanos solían comenzar los banquetes. Los hobbits empleaban también esta unidad de medida, pero en su caso equivalía a catorce catorcenas.


Hijas del tabernero de Les Pieux. Como ha dejado escrito don Álvaro Cunqueiro en “As Crónicas do Sochantre”, las Hijas del tabernero de Les Pieux eran cuatro. Según contó el insigne escritor las cuatro andaban siempre arremangadas y pusieron de moda en Bretaña las natillas de café, que preparaban con una receta secreta, por lo que no podemos transcribirla aquí.


Juana I de Anjou. Reina de Nápoles y de la Provenza. Fue una precursora de la liberación femenina por medio de la liquidación de bienes gananciales, al vender al papa Clemente VI la ciudad de Aviñón por 80.000 florines.


Kilissim. Montaña mágica de Persia. Las mujeres que se atrevían a subir a ella ya no podían bajar jamás.


Melusina. Hada maravillosa que construía puentes a los que siempre le faltaba un arco.


Robinia. Papilionácea arbórea americana traída a Europa por el famoso Robín, jardinero real de París. También conocida como falsa acacia, en Madrid es tradición plantarla por las calles. Las robinias siempre dicen la verdad si se les hace la pregunta correcta.


Santa Inés. A pesar de los reiterados intentos de acabar con esta santa por medio del fuego, dicha empresa resultó imposible pues Santa Inés era ignífuga. Al final hubo que decapitarla.


Santa Reparada. Santa florentina cuyo brazo fue venerado como una reliquia durante siglos, aunque todo el mundo sabía perfectamente que era de yeso.

Borraja (botánica)

La borraja (Borago officinalis) es una planta muy robusta que florece en primavera y es de nula utilidad. Lo mejor que se puede hacer con la borraja es un caldo bastante insípido (la famosa agua de borrajas), razón por la que muchos la tienen en alguna estima. Los antiguos solían decir que su consumo alegraba el espíritu. Yo creo que alegra el de los cocineros, pues últimamente la veo a menudo como acompañamiento de muchos platos en los restaurantes de diseño (será por el precio).


Don Pío Font Quer aconseja la siguiente preparación para curar el trancazo, que transcribo aquí por su indudable utilidad y porque estoy seguro de que nadie la pondrá en práctica. Se pican 40 g de borraja, 40 de saúco, 40 de albahaca, 30 de romero, 30 de hisopo, 30 de ajedrea, 10 de centaura, 10 de eucalipto, 10 de hipericón y 10 de espliego. Una vez hecha la mezcla, se guarda bien en un lugar seco. Con dos cucharadas y medio litro de agua se prepara la infusión, que se administra exactamente del mismo modo que si fuera una infusión de flor de borracha. Este preparado es muy eficaz, pero por si acaso no se deshagan aun de la Couldina.


Acabo de leer que en Mallorca con la borraja hacen buñuelos de viento, lo que me ha parecido, sobre todo, lógico.