29/10/09

El primer hombre


El primer hombre hecho de barro no sirvió. Nunca se cuenta este detalle para no dejar a Dios en mal lugar, pero lo cierto es que aquel hombre no valía para nada: era demasiado blando, pesado y poco manejable. Si lo metías en agua el barro se deshacía, se convertía en lodo y te quedabas sin hombre. Además, una vez seco se rompía con facilidad y tenía un color feo. No fue un hombre logrado. El barro no fue una buena idea.


Cuando Dios se dio cuenta tuvo que volver a empezar, tomárselo más en serio y hacer distintos prototipos de hombre con otros materiales, hasta que por fin dio con el definitivo.


Ni siquiera a Dios le salen las cosas a la primera.

Los aeróbatas


Los aeróbatas viven en las nubes. Son altos, guapos y tienen aspecto de señoritos. Son tan livianos que caminan sobre las nubes sin hundirse. En China los llaman Jardineros Celestes, pues estos seres tienen como ocupación principal la de rastrillar, podar y limpiar las nubes para mantenerlas en buen estado.


Cuando una mujer aeróbata da a luz, el bebé que nace carece de peso y durante la lactancia su madre ha de tenerlo bien amarrado al pecho, pues de otro modo podría ascender flotando y perderse de vista hasta abandonar la atmósfera terrestre.


Los hombres y las mujeres aeróbatas son extremadamente sensibles. Si se les habla con brusquedad rompen a llorar y se convierten en lluvia. A veces un aeróbata puede caer al suelo por error. Entonces se transforma en una brisa y desaparece para siempre.

25/10/09

Ocho patas ¿no son demasiadas?


Los pulpos, manjar delicado y único, son animales extremadamente sigilosos y se dice que muy inteligentes. He leído que algunos incluso pueden recordar hechos pasados, lo que me ha parecido asombroso. Yo, muchas veces no puedo.


Recordaré uno. Siendo niño, mi prima Dery y el que escribe pescamos un pulpito a mano en la playa de A Guardia (Pontevedra); y haciendo uso de la legendaria bondad y amor por los animales que caracteriza a los niños, acabamos con él golpeándole la cabeza salvajemente contra una roca. Nunca he visto una “snuff movie”, pero les aseguro que aquello fue mucho peor. Aun hoy en ocasiones, confío en que aquel inocente cefalópodo disponga de la capacidad de olvidar hechos pasados... a menudo más valiosa que la de recordarlos.


Ha habido muchos pulpos famosos. Uno conocido fue Erik Bjork, un sesudo octópodo natural de Islandia que fue profesor de matemáticas y una vez jubilado, se retiró los últimos años de su vida a una lujosa residencia para la tercera edad en Florida, próxima a un instituto oceanográfico donde Erik podía solazarse a gusto.


Erik tenía una excelente memoria, un coeficiente intelectual por encima de 180 y era un reputado topólogo, que había publicado a lo largo de su brillante carrera numerosos artículos en “Science”. Según se dijo, en 1988 resolvió él solo la Conjetura de Poincaré pero nunca quiso revelar la solución a nadie. Razón por la que la comunidad científica internacional tuvo que esperar hasta 2002, a que Grigori Perelman la resolviera otra vez y nos contara a todos la explicación a través de la prensa... aunque en aquella ocasión tampoco la entendimos.


Algunos pulpos son enormes. Gigantescos. En el Pacífico se han llegado a capturar ejemplares de más de nueve metros de largo. Y el Capitán Trueno tuvo que vérselas en una ocasión con uno aun mayor; lo sé porque lo vi en un libro. Los pulpos normales son de dos clases: blancos y roqueros. Los primeros tienen una sola fila de ventosas en los brazos, y los segundos, dos, pero ambos saben usar sus ocho extremidades indistintamente, con idéntica habilidad y destreza. Y ambos son asustadizos.


Debido al gran desconocimiento que hay entre las nuevas generaciones acerca de estos elegantes y misteriosos invertebrados, he aquí un pequeño y simpático test que permitirá al lector averiguar el grado exacto de ignorancia en el que se encuentra con respecto a los octópodos en general. Las soluciones al final. Suerte.



TEST

1-Los pulpos son moluscos.

VERDADERO / FALSO

2-Algunos pulpos son de color violeta.

VERDADERO / FALSO

3-Los “jardines de pulpos” de los Beatles no existen.

VERDADERO / FALSO

4-Los pulpos ponen huevos.

VERDADERO / FALSO

5-Los pulpos pueden aprender a escribir si se les enseña.

VERDADERO / FALSO

6-Algunos pulpos tienen concha.

VERDADERO / FALSO

7-No todos los pulpos andan por el fondo del mar.

VERDADERO / FALSO

8-Los pulpos tienen los pies en la cabeza.

VERDADERO / FALSO

9-Los pulpos saben hablar francés.

VERDADERO / FALSO

10-Los pulpos adoran el pimentón, sobre todo si es de La Vera.

VERDADERO / FALSO


SOLUCIONES

Como verá, todo en los pulpos es verdadero. Anótese un punto por cada respuesta acertada.

1-VERDADERO. Son moluscos y punto. No se hable más.

2-VERDADERO. Ciertas clases de pulpos del Caribe son de un intenso color violáceo.

3-VERDADERO. Se trata tan sólo de una canción. Los pulpos son animales solitarios.

4-VERDADERO. Y además los empollan.

5-VERDADERO. Un pulpo propiedad de Cerconio el Manso, monje que vivió en el monasterio de Oia (Pontevedra) en el siglo XIII , aprendió a escribir correctamente en latín y griego utilizando para ello un punzón y una tablilla.

6-VERDADERO. Algunas clases de pulpos disponen de una concha exterior.

7-VERDADERO. El Argonauta, un tipo de pulpo, suele pasear a menudo por la superficie del mar pues le gusta tomar el sol.

8-VERDADERO. Lo que no quiere decir que tengan la cabeza en los pies.

9-VERDADERO. Aunque raras veces lo hacen por modestia.

10-VERDADERO. Y obvio.


CLAVE

- De 0 a 4 PUNTOS. Usted es un perfecto ignorante en cuestión de pulpos, amigo mío. Seguro que es consciente de ello. Dése una vuelta por Cambados o por la isla de Arousa y cúrese ese tema, hombre.

- De 5 a 8 PUNTOS. Bastante bien pero aun necesita mejorar. Aplíquese un poco más.

- 9 ó 10 PUNTOS. Oiga, ¿por qué no se da una vuelta por aquí y se trae las cacerolas de cobre, el pimentón y las tijeras? Tenemos cama.

24/10/09

El rostro de Dios

Aunque se ha representado a menudo a Dios con las facciones de un anciano sabio y venerable, o con las de un poderoso rey vengativo e iracundo, él no es así. Otras versiones como la típica del único ojo y el triángulo son bobadas de campeonato. Nadie tiene una cara con ese aspecto tan absurdo a no ser los artrópodos del Cámbrico, y esos son medio inventados. En realidad todas las imágenes de Dios que han producido tanto el arte como las religiones a lo largo de la historia están tan alejadas de la realidad que resultan, cuando menos, ridículas.


Es bien sabido que lo único que puede afirmarse con certeza acerca del aspecto de su rostro, es que ante la visión del mismo el corazón del hombre estallaría. Y sin embargo podemos hacernos una idea aproximada. Hay algo en nuestro mundo cuya contemplación nos produce una sensación parecida: El mar. El mar en calma. El mar embravecido. El mar.

23/10/09

Mujeres primitivas


Antes las mujeres primitivas eran invisibles. No hay más que fijarse en las ilustraciones de los libros antiguos: nunca se las ve. Yo, siendo niño tuve varios libros de historia ilustrados y allí no se encontraba una chica ni con lupa. Y eso que las busqué a conciencia. Además hubieran quedado muy bien, sobre todo por la vestimenta.


En cambio los hombres siempre aparecían en primer plano bien fuera haciendo fuego, tallando un hacha de sílex o cazando un mamut con gran jolgorio. Pero ellas, ni flores. No salían. Sin embargo tenían que andar por allí. Era un misterio. Por eso la mayoría de los chicos pensábamos entonces, con razón, que las mujeres primitivas eran invisibles.


Pero un día todo eso cambió: llegó Raquel Weltch.

20/10/09

Peonía (botánica)


La peonía (Paeonia officinalis) es una planta vivaz. De hecho es muy vivaz; si se le dirige la palabra contesta con una larga disertación y resulta muy difícil hacerla callar.


La flor que echa la peonía es como una rosa. Y es enorme. Esta flor cura la epilepsia y también ahuyenta al demonio. Es mucho mejor que los ajos para eso; yo mismo puedo certificarlo. Y es que en cierta ocasión, hace años, fui enviado a trabajar a Nueva York por un tiempo y el que era mi jefe entonces, Terron Schaeffer, hizo que me pusieran un ramo gigantesco de peonías en la habitación como regalo de bienvenida. Aun conservo varias fotos de aquel ramo. Pues bien, mientras residí en aquella habitación del Gramercy Park Hotel con vistas al parque, nunca, nunca vi al diablo y tampoco sufrí ningún ataque epiléptico, por lo que dichos poderes de la peonía son ciertos.


En los países árabes se conoce a la peonía por otro nombre, que es el de “Ward al Gabal” que significa “Rosa de monte”. Y en Cataluña la llaman “Rosa de San Jorge” (los catalanes le ponen a todo “de San Jorge” y así van tirando).


La peonía es una planta mágica, si bien para sacar todo el partido de sus poderes es preciso llevar a cabo un proceso muy laborioso y delicado que consiste en: a) atar a la planta con seda una piel de foca; b) moler sobre el conjunto polvo de siderita; c) arrancar la planta con muchísimo cuidado. Una vez hecho esto la planta por fin se puede utilizar para diversos fines, todos ellos mágicos.


Algunos dicen que la peonía la inventó un tal Peón. Yo esto no me lo creo.

Una cita a ciegas

Esta es de Chesterton y de las mejores que conozco. Dice así: “El otro día conocí a un hombre que no creía en los cuentos de hadas.” (!)

18/10/09

Pepinos


Los pepinos son cucurbitáceas. Son originarios de la India. Se utilizan a menudo en sandwiches y ensaladas pero generalmente con escaso éxito: no le gustan a mucha gente salvo a ingleses y nórdicos. Su valor nutritivo es más bien escaso y de ahí que se los tenga por cosa de poco valor; “esto no vale un pepino”, se suele decir.


A Adonis sí que le gustaban. Mucho. Cuando fue al cielo y le preguntaron qué echaba de menos del mundo, contestó que el sol, la luna y los pepinos. Esta respuesta sólo se explica porque Adonis era un tipo muy raro que había nacido de la corteza de un árbol y tenía un sentido poético muy difícil de captar. En cualquier caso no se deben tomar muy en serio sus palabras.


Los pepinos también pueden traer mala y buena suerte, como muestra la historia del rey Theinkho de Bimania. Dicho monarca tras una ingestión abusiva de pepinos, murió de muerte violenta a manos del campesino que los cultivaba. El campesino, a la sazón un joven muy apuesto, consiguió posteriormente seducir a la esposa del difunto y se convirtió él mismo en el siguiente rey con el nombre de Nyaung-U Sawrhan: “El Rey Pepino”. Esto es verídico.


En la antigüedad se creía, con razón, que el encuentro accidental con un pepino podía causar el infortunio e incluso la muerte.


NOTA: La ilustración que he puesto aquí no es de un pepino, sino de una berenjena; espero que los lectores no me tomen por idiota por hacer esta aclaración.

La niña que vivía dentro de una ballena


Una niña que se llamaba Begoña vivía dentro de una ballena. Tenía allí sus libros, su cama y todo. La ballena era amplia y cómoda. Lo único que Begoña no podía hacer era cocinar dentro, porque a la ballena el humo le provocaba una tos horrible.


Begoña se levantaba muy temprano por la mañana. Se lavaba y arreglaba, y la ballena la depositaba en la playa a primera hora. Después Begoña iba al colegio, pues Begoña llevaba una vida normal.


Un día invitó a un amigo a casa. Cuando le enseñó la ballena por dentro, este no se lo podía creer.


– ¡Caray, qué suerte! Es genial vivir en una ballena, –dijo.


– No creas, –contestó ella–, tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, no puedo cocinar porque a la ballena le da la tos.


– Ya. Pero siempre puedes comer sandwiches.


– Eso sí. ¿Quieres uno?


NOTA: He tenido la suerte de que un ilustrador genial, Bimbo, haya aparecido un día por casa y haya decidido usar este antiguo cuento mío y convertirlo en algo mucho mejor. Arriba la portada; el resto de las ilustraciones (y otras muchas cosas más) en su web: http://www.sbimbo.com/

15/10/09

El mago Teta


El mago egipcio que podía reconstruir animales a los que se le había cortado la cabeza tuvo un negocio boyante durante años y fue muy respetado en todo el Bajo Nilo. El propio Keops lo mandó llamar una vez y el mago hizo revivir en su presencia varios animales, a los que previamente se le había cortado la cabeza.


Este mago se llamaba Teta. Estaba siempre muy solicitado y mucha gente recurría a él. Por poner un caso habitual, un granjero le daba una gallina a su esposa y le decía:


– Nut, esposa mía, prepara esta gallina. La comeremos mañana.


Pero una vez que la mujer le había cortado el cuello a la gallina, el granjero y ella descubrían consternados que se habían equivocado de gallina, (las gallinas egipcias se parecen mucho unas a otras y es fácil confundirlas, sobre todo de perfil). Aquella gallina era la mejor ponedora que tenían; habían metido la pata. Entonces el granjero decía:


– Iremos a Teta. Él lo arreglará.


Efectivamente. Al día siguiente llevaban la gallina al mago y éste le volvía a poner la cabeza en su sitio. No resultaba muy caro. Por un servicio como éste el mago venía cobrando, más o menos, una gallina.

12/10/09

San Cristóbal

El caso de San Cristóbal nunca se pudo aclarar del todo. ¿Realmente llevaba el mundo a cuestas o no? Muchos lo dudaron. Hasta Calderón de la Barca se permitió expresar su escepticismo acerca de dicho asunto en su famoso entremés La Mujer Sacristán, de la siguiente manera: “...decid, santo tremebundo, si traéis al hombro el mundo, ¿a dónde ponéis los pies?”.


En efecto. Aun desconociendo los más elementales principios físicos de la teoría de las palancas, cualquiera puede ver que hay algo en la historia de este santo que no cuadra. Según Santiago de la Vorágine San Cristobal medía doce codos de altura, o sea más de cinco metros. Suponiendo que el dato sea correcto el santo habría sido un auténtico gigante, mayor aun que el gigante Ferragut que murió a manos de Roldán. Pero así y todo no lo suficiente como para cargar con el mundo entero.


El caso es que hubo gran cantidad de personas que pusieron en tela de juicio la historia de San Cristóbal; pero sus opiniones fueron sistemáticamente acalladas por los poderes políticos y religiosos, que temieron siempre que aquel conocimiento pudiera llegar al pueblo y provocara motines y revueltas.


Los Templarios, que montaban a caballo de dos en dos vaya usted a saber por qué, nunca creyeron en este santo; y los monjes negros del monte Atos otro tanto de lo mismo. Unos y otros negaban tajantemente la ridícula historia de San Cristóbal con el niño Jesús. Y sin embargo el Papa los dejó en paz. Misterio.


Muy distinto fue el caso del italiano Gaudencio Merula. Este hombre publicó en Padua en 1548 un libelo en el que desacreditaba al santo, pero el panfleto fue confiscado por la Inquisición y no llegó a leerlo nadie. También Vasco Filgueira, el erudito portugués del siglo XV, se llevó lo suyo a causa de este tema. Unos días después de declarar públicamente en Lisboa que la historia de San Cristóbal era falsa, murió inesperadamente sin ser consultado, y fue enterrado sin su aprobación*.


Incluso algunos respetables padres de la Iglesia pensaron que lo de San Cristóbal no estaba bien. San Cataldo, obispo de Tarento, conoció a dos bueyes muy versados en religión e historia sagrada y tras debatir con ellos largamente sobre este asunto, los tres estudiosos afirmaron que San Cristóbal no había existido nunca. Lamentablemente ni los bóvidos ni el obispo pusieron sus argumentos por escrito, por lo que se ignoran los razonamientos que los llevaron a semejante conclusión.


* En el cementerio de Bélem, cerca de Lisboa, puede verse la tumba de este hombre cuyo epitafio reza así: “Aquí xaz Vasco Filgueira, muito contra a súa voluntade”

La llave


Al final, la llave que abría todas las cerraduras resultó ser una palabra. ¡Anda que no hemos oido esta historia mil veces!

8/10/09

Toritos fritos (gastronomía)


Los dibujos fritos fueron un hallazgo de Isidro Nonell: hacía dibujos y los freía en aceite. Picasso le copió esta idea y la mejoró. En lugar de dibujos freía toritos y los servía a sus amigos como aperitivo cuando iban por casa. Los toritos quedaban muy crujientes. Y se comían con palillos o con los dedos.

Partos múltiples

Los partos múltiples son algo relativamente corriente hoy en día. Gracias a las modernas técnicas de inseminación artificial y fertilización, los padres que antes eran incapaces de procrear no sólo dejan de serlo, sino que se vuelven extraordinariamente fértiles y procrean a menudo por partida doble y triple.


Encontrarse de repente con dos o tres niños cuando sólo se esperaba uno, empieza a ser bastante normal. Y lógicamente, una vez en esa situación y después del esfuerzo y dinero que ha costado a los padres el tan deseado embarazo, es raro que se echen atrás. Por eso ya no resulta raro ver por la calle gemelos, trillizos e incluso si se tercia, cuatrillizos. Los diversos modelos de cochecito que ofrecen los fabricantes para estas variantes: en línea, en batería, tête à tête, o en cuadro, merecen un capítulo aparte.


El caso es que hoy un parto múltiple ya no asombra a nadie, pero en la antigüedad se tenía por un hecho asombroso y causaba admiración en cuantos tenían noticia de él. Yolanda Bailli, una mujer francesa que murió en 1513, tuvo una enorme cantidad de partos múltiples a lo largo de su fructífera vida, que arrojaron al final un total de 295 hijos.


Pero el récord de los partos múltiples de Europa lo tiene Margarita de Irlanda, que parió de una sola vez trescientos sesenta y seis hijos vivos. Los bebés eran del tamaño de ratoncitos y todos estaban sanos y bien formados. Para mostrárselos a su madre, pusieron los trescientos sesenta y seis bien alineados uno junto a otro en una fuente de plata. Fue algo digno de verse.


Esta fuente pasaría años después a ser propiedad de Carlos V, lo que confirma la veracidad de la historia.


Como los hijos de Margarita eran tantos, el obispo que los bautizó en lugar de nombres, le puso a cada uno un ordinal latino: Primus, Secondo, Tercio, etc., con el fin de abreviar y que la ceremonia no se alargara demasiado, pues al terminar el oficio se obsequiaba a los invitados con Yemas de San Claudio, unos diminutos pastelillos de huevo por los que el prelado sentía una incontrolable avidez.

7/10/09

El reino mínimo


El reino mínimo era digno de verse. Tenía un rey y un único súbdito. El súbdito era nómada y llevaba al rey con él, en la mochila. Cuando este súbdito necesitaba que el rey le ordenara algo, lo sacaba de la mochila y lo ponía a mandar.

4/10/09

Los perros de Acteón

Acteón era hijo de Apolo. Se dedicó a la caza. Tuvo muchos perros, más de cuarenta. Dichos cánidos fueron famosos, entre otras cosas, porque un día devoraron al propio Acteón. Para que ocurriera esto previamente Acteón había sido convertido en ciervo.


Los perros de Acteón más conocidos fueron los siguientes: Melampo, Pánfago, Dorceo, Oríbaso, Icnóbates, Terón, Nebrófono, Lélape, Pterelas, Hilactor, Agriodonte, Labro, Agre, Peménide, Hileo, Melanquetes, Harpía, Nape, Ladón, Cánaque, Tigre, Esticte, Oresítrofo, Drómade, Terodamante, Leucón, Aelo, Alce, Lacón, Licisca, Too, Hárpalo, Ciprio, Melaneo, Lacne y Asbolo. Un somero análisis de los nombres arrojaría los siguientes datos de dudosa utilidad.


Nombres bisílabos: 14

Nombres trisílabos: 13

Nombres polisílabos: 8

Nombres que empiezan por vocal: 5 (a), 1 (e), 1 (i), 2 (o)

Que empiezan por consonante oclusiva sorda: 2 (c), 3 (p), 4 (t)

Que empiezan por consonante fricativa sonora: 2 (d)

Que empiezan por consonante lateral: 7 (l)

Que empiezan por consonante nasal: 3 (m), 2 (n)

Que empiezan por h: 4


Si se ponen por orden alfabético los nombres, la lista resulta mucho más fácil de recordar: Aelo, Agre, Agriodonte, Alce, Asbolo, Cánaque, Ciprio, Dorceo, Drómade, Esticte, Hárpalo, Harpía, Hilactor, Hileo, Icnóbates, Labro, Lacne, Lacón, Ladón, Lélape, Leucón, Licisca, Melampo, Melaneo, Melanquetes, Nape, Nebrófono, Oresítrofo, Oríbaso, Pánfago, Peménide, Pterelas, Terodamante, Terón, Tigre y Too.


Es muy discutible que aprendérsela entera de memoria pueda reportar a alguien algún beneficio.

1/10/09

La ruptura


Este cuento (que no es mío) es para Manolo Olano que en realidad ...ya se lo sabe.


La amiga del escritor Juan Pedro Aparicio, que se inventó un novio para que le escribiera cartas de amor que en realidad escribía ella misma, al final tuvo que romper con él. Sorprendentemente fue el joven que se llamaba Roberto y vivía en Villalba, el que dejó de escribir a la muchacha, quién a pesar de eso siguió enviándole cartas algún tiempo sin obtener contestación. Las razones de la ruptura fueron varias y aparecen perfectamente explicadas en el cuento breve “Carta sin respuesta”, del conocido autor leonés.