24/10/09

El rostro de Dios

Aunque se ha representado a menudo a Dios con las facciones de un anciano sabio y venerable, o con las de un poderoso rey vengativo e iracundo, él no es así. Otras versiones como la típica del único ojo y el triángulo son bobadas de campeonato. Nadie tiene una cara con ese aspecto tan absurdo a no ser los artrópodos del Cámbrico, y esos son medio inventados. En realidad todas las imágenes de Dios que han producido tanto el arte como las religiones a lo largo de la historia están tan alejadas de la realidad que resultan, cuando menos, ridículas.


Es bien sabido que lo único que puede afirmarse con certeza acerca del aspecto de su rostro, es que ante la visión del mismo el corazón del hombre estallaría. Y sin embargo podemos hacernos una idea aproximada. Hay algo en nuestro mundo cuya contemplación nos produce una sensación parecida: El mar. El mar en calma. El mar embravecido. El mar.

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