26/12/10

Un padre increíble


Un niño estaba asombrado de que su padre lo supiera todo. En general la mayoría de los padres son muy listos, pero el de este niño lo era aun más. Era un hombre extraordinariamente culto, siempre tenía una respuesta para todo y nunca se cansaba; y el niño se pasaba todo el día poniéndolo a prueba:


- Papá, ¿qué es un lunanco?


- Un lunanco es un caballo que tiene un anca más alta que otra, hijo mío.


- Papá, ¿cuánto mide un acre?


- 0,404 hectáreas.


- Papá, ¿cuánto es un billón?


- Un billón es un millón de millones, hijo; excepto en Norteamérica que son mil millones.


- Papá ¿qué es un oedogonium?


- Un tipo de alga verde de agua dulce. Y duérmete ya, anda, que es muy tarde y mañana tienes que ir al colegio, -añadía.


El niño no dejaba de hacer preguntas y su padre las contestaba siempre bien.


La clave está en lo siguiente. El padre de este niño era químico y había inventado las Píldoras del Conocimiento; por eso lo sabía todo. Cada día se tomaba una de aquellas píldoras e inmediatamente se convertía en sabio. Durante mucho tiempo el padre contestó a las preguntas de su hijo con infinita paciencia, pero empezó a cansarse de hacerlo cuando el niño cumplió nueve años. Entonces dejó de tomar las píldoras y directamente, se las dio a su hijo.


De este modo el niño dejó de hacer preguntas y el padre pudo descansar. Además, a partir de aquel día el niño tuvo siempre unas notas de primera en el colegio.

21/12/10

Victoria regia (botánica)


Por supuesto a esta planta se le puso el nombre en honor a la reina Victoria. No podía ser menos. Es una planta acuática con la raíz anclada en los fondos fangosos de los ríos, sobre todo del Amazonas. También se la llama por eso Victoria Amazónica. Las hojas son como bandejas flotantes, algunas de hasta tres metros de diámetro. Una sola hoja de las más grandes, puede soportar un peso bien distribuido de hasta ochenta kilogramos. Las flores, que sólo asoman un poco sobre el agua pueden medir hasta medio metro de diámetro. Huelen muy bien. Las flores de la Victoria solo viven dos días a lo largo de los cuales cambian de color desde el blanco puro al rojo. Después, como un elfo, se hunden en las aguas para no volver jamás.


Se suele atribuir erróneamente el descubrimiento de esta planta al botánico alemán Thadeus Haenke en el 1801; o bien a D’Orbigny que la trajo a Europa hacia 1850. Pero en realidad la Victoria Regia aparece ya en el poco conocido “Viaje a el Yambí”, libro publicado en Sevilla en 1576 por el médico gallego Pedro Lafuente, que la describe con gran acierto como “una planta flotante cuya hoja sostiene a un mochacho”. Esto no hace sino confirmar una vez más que, aquí y allá, los españoles nos dejamos comer el terreno por cualquier patán que luzca una casaca con botones dorados. ¡Rediez!

16/12/10

A pose is a pose is a pose








Parafraseando el famoso poema “A rose is a rose is a rose”, hace tiempo hice un libro en el que me preguntaba si en el interior de cada foto coexisten infinitas fotos distintas... Fotos dentro de otras fotos. El libro estaba compuesto con pequeños fragmentos de fotos de fotógrafos de moda, como los que se muestran aquí (estas son páginas del libro). ¿Tienen los fragmentos el valor del total? El fotógrafo elige un encuadre, pero después ¿no hay miles de encuadres posibles más dentro de ese?


Un entretenimiento muy bonito que solíamos hacer los fotógrafos antes de lo digital, era tomar un marquito de diapositiva vacío y con él rastrear una copia en papel para descubrir, enmarcadas por el pequeño rectángulo blanco, otras fotos nuevas y maravillosas. Aquí están algunas. ¿Los autores? Lee Strickland, Bruce Weber, Steven Meisel, Regan Cameron, Mike Thomas, David LaChapelle, Terry Richardson (las de estos dos últimos son bastante reconocibles), Norman Watson y muchos más. No los citaré a todos porque a fin de cuentas... el fragmento de cada uno es tan pequeño. Y en fin, esto es un microcuento ¿no?

El ornitorrinco Cierto

Esta historia la conocen pocos.


Un niño tenía un ornitorrinco que se llamaba Pablo Cierto. El niño no tenía nombre. El ornitorrinco era muy listo y acompañaba al niño por toda España. Los dos se hicieron famosos participando en concursos de televisión tipo “Saber y Ganar”. El ornitorrinco siempre sabía todas las respuestas y el niño ganaba mucho dinero con él.


Un día el propietario de un circo le ofreció al niño cinco mil dólares por el ornitorrinco, pero el niño dijo que no, porque el ornitorrinco era su amigo. Varios meses después el ornitorrinco fue seleccionado para representar a España en el festival de Eurovisión. El dueño del circo aprovechó la ocasión para volver a la carga y esta vez le ofreció al niño diez mil dólares, pero el niño volvió a rechazar la oferta.


Entonces el ornitorrinco recibió un telegrama de Australia. Decía así: “Pablo ven. Herencia importante. Firmado Jorge Cierto.” Jorge era el hermano pequeño de Pablo. Así que el niño y el ornitorrinco ya no pudieron ir a Eurovisión, tuvieron que embarcar en un avión y partieron rumbo a Australia. El viaje no fue tranquilo porque Pablo no pudo ajustarse el cinturón de seguridad del asiento correctamente, a pesar de la amable colaboración de las azafatas, y pasaron algo de miedo en el despegue y en el aterrizaje. Además, la comida del avión era horrible.


Al llegar a Australia Jorge los estaba esperando en el aeropuerto. Los llevó inmediatamente a un conocido despacho de abogados y allí Pablo se hizo cargo de la fabulosa herencia que le había dejado su tío Herminio, que consistía en un rebaño de trescientas mil ovejas merinas. Después Pablo y el niño trasquilaron todas las ovejas en un pis-pás, y con la lana hicieron una colcha enorme y se la llevaron a España de vuelta. La colcha era tan grande que salió en el libro Guinness de los récords.


Esta es la historia del ornitorrinco Pablo Cierto.

14/12/10

Cinco cartas breves


PRIMERA CARTA

San Juan de Dios, Caratá, 1544.

Del comisionado Juan de Madrid al Gobernador de la Audiencia de San José de Araca.


Acerca de los indios que pueblan la región del Caratá.


Señor Gobernador don Rafael de Azcárraga:

Danse aquí, señor, en las tierras que median de Aguasfrías a Santa María de la Estaca, muchas clases de indios de muy diferentes calidades. Son los más dellos de buena constitución, hermosos por fuera, tanto los hombres como las mujeres. Y los niños también. Y son todos de buenas maneras y despiertos, que aprenden cuanto se les quiera enseñar, pues son buenos para doctrina, y de ello puede dar fe fray Hernando de Calatayud, prior de los hermanos de la orden de Santo Domingos, que tanto tienen andado con ellos a toda hora por estas partes de las Indias y los conoscen bien. Y por lo que yo he podido ver, no son inclinados al robo.


En los montes de Acapalca hay Nitones, que son indios pequeños muy guerreros y celosos de lo suyo. Estos son idólatras. En las riberas del Acarana hay una clase que llaman Pastizos que son grandes y dóciles, más se conocen poco. Tuve yo uno que me sirvió un tiempo, que era de muchísimo valor y respeto, y muy buen hombre en todo. Y de los indios más altos que yo haya conoscido nunca acá. Viómelo una vez el padre Andrés Fernando de los franciscos, cuando estuvo en casa, y dixo bien dél que le parescía un goliath, más con las maneras de una dama francesa. Y era así muy cierto como lo dixo.


Y en los valles del río Ataco hay Copanes, que son grandemente advertidos para lo suyo y tienen muchísimos plantíos en las laderas del sur de sus tierras. Cultívanlas con inteligencia y son esos campos de gran mantenimiento. Son los dichos todos de canelos, cafetos, bijas, almendros, laureles y otros muchos árboles y plantas. Y discen los otros indios que los copanes saben hablar con los árboles una lengua propia que sólo ellos entienden, y que por eso todos les crescen tan bien. Más yo creo que es porque saben de la tierra y son curiosos.


Y en la parte que va al Bobonaro hay otras clases de indios. Son estos Sineros que practican el coito libremente a la vista de todos; Maracuyos que beben pulque; Pastazos que aborrecen a los holandeses; y Tunguraguas, que viven en las alturas de las copas del bosque y sólo bajan de allí para hablar con los extranjeros. Y otras clases hay más, que dexo de decir por no haber espacio aquí para ello. Señor.


En San Juan de Dios, el año de mil quinientos cuarenta y cuatro.

Juan de Madrid.


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SEGUNDA CARTA

USA, 1998.

De Miss Marjorie Stephens, maestra jubilada de Somerset, Utah, a su hermana Rose.


Somerset, 8 de abril de 1998.

Querida Rose:


Por fin hemos matado a Fred. El doctor Soundebay, con mi consentimiento, le administró ayer, 7 de abril, una dosis letal de brometalina, y el querido Fred se durmió para no despertar más. No le dolió. Sé que esta noticia te producirá una enorme pena pero, querida hermana, fue lo mejor para él y seguro que Fred estará ahora en paz en el cielo de los gatos. Tiene que haber uno.


La semana pasada coincidí en el banco con Tom Grateful, que me preguntó por ti. Le dije que estabas bien y deseando venir, pero que seguramente no podrías hacerlo hasta el verano, por las clases. Me contó que tenía que hacer un viaje a Montana en mayo para comprar un semental y me pidió tu teléfono. ¿Tendría que habérselo dado? Verdaderamente Tom es un hombre muy cortés. Sobre todo desde que ha enviudado. Creo que deberías ser más amable con él, Rose.


Otra cosa. Robert ha arreglado por fin la ventana de tu cuarto. Ahora no chirría y cierra perfectamente. Sé que te alegrará saberlo. Cuando vengas no te molestará el ruido por la noche. Por lo demás, las cosas aquí siguen como siempre, más o menos. Las primeras golondrinas ya han llegado.


Te quiere,

tu hermana Marjorie.


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TERCERA CARTA

España, 2007.

De Fernando Cambrils, galerista catalán,

a Heriberto López-Román, videoartista natural de Valladolid.


Estimado Heriberto:


Lamento comunicarte que todos mis intentos para incluirte en el grupo de la Documenta han resultado infructuosos. A última hora la comisión de control de la feria ha rechazado tu propuesta. Lo siento muchísimo. Según parece, el tecno-povera en video arte no está en alza este año. Tal vez si hubieras hecho algún proyecto de transformación espacial hubiéramos tenido más suerte. Te mandaré una postal desde Kassel.


Un fuerte abrazo,

Fernando.



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CUARTA CARTA

Francia, 1972.

De René Dubois, fabricante de herramientas y utillaje de jardín,

a monsieur Jean Ritzer, comerciante de Lyon.


Apreciado monsieur Ritzer:


En respuesta a su atenta misiva con fecha 18 de julio, le comunico que efectivamente, tiene usted razón en todos y cada uno de los puntos que nos hace notar en dicha carta, amabilísima, por otra parte.


Entre las 1.737 tijeras de jardín modelo René-7744 que le enviamos el pasado día 8, por error se incluyeron veinte podadoras Gesner que no habían sido solicitadas por su digna casa. Lamentamos profundamente las molestias que ello haya podido ocasionarle y procederemos a retirarlas de sus instalaciones inmediatamente. Por supuesto, sin ningún coste para usted. Le informaremos puntualmente del día y hora de la recogida.


Asimismo le comunicamos que en el albarán 1012/07 correspondiente a dicho envío, en el precio indicado de las tijeras de podar se produjo un fatal error que sólo podemos atribuir a nuestra negligencia. En lugar de 136 francos por unidad, dicho albarán debería decir 132 francos por unidad. Le enviamos un nuevo albarán corregido.


Por otra parte, y en virtud de la honestidad que siempre ha regido nuestras relaciones comerciales, nos vemos en la obligación de comunicarle a nuestro pesar, que lamentablemente y por causas ajenas a nuestra empresa, un número de dichas herramientas de jardín que no podemos precisar con exactitud, tienen un grave defecto de fabricación, por lo que ya hemos enviado un transporte para que las recoja todas.


Con el ánimo que siempre nos ha caracterizado, de causar el mínimo transtorno posible a nuestros clientes, hemos dado orden también para que se proceda a un nuevo envío de 1.737 tijeras de jardín René-7744 en perfecto estado, tal como nos había solicitado inicialmente. En este caso, lógicamente, acompañadas de un nuevo albarán 1013/07, en el que figura el precio correcto de 132 francos por unidad. Este envío le llegará, si Dios quiere, pasado mañana.


Con respecto a las 1.500 palas de jardín modelo R-993 y los 700 rastrillos Formann, ignoramos por qué no los ha recibido, ya que el transportista asegura haberlos entregado en destino y así figura en su recibo con fecha 17-7-07, firmado por un tal Gosciny, que supuestamente es empleado de Ritzer & Ritzer, y cuya copia le remitimos. En cualquier caso, y en previsión de aclarar este punto, ayer jueves hemos dado orden de salida a un nuevo envío de otras 1.500 palas y 700 rastrillos, con el objeto de que Ritzer & Ritzer disponga en cualquier caso del material solicitado y pueda seguir prestando a sus clientes el servicio que le ha dado tanta y tan merecida fama.


Hemos renunciado a enviarle por tercera vez los 220 maceteros modelo “Lord Jim” de color siena, que estaban pendientes y que con tanto acierto usted nos reclama, por no complicar demasiado este asunto. Lo haremos más adelante. Seguiremos en contacto.


Atentamente,

Dubois e hijos.


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QUINTA CARTA

Ciudad de Osgalat, año 112 de la dinastía Kan.

Del Soberano de los Emperadores del Mundo, el noble Kanai

San (alabado sea su nombre), a su digno hijo Kaba Nak,

en la campaña de Liel.


Hijo predilecto: el terror ha entrado en mi corazón para quedarse. Cada mañana desde hace seis días, las grullas que cruzan la hermosa ciudad de Osgalat y sobrevuelan los tejados de palacio dejando su estela de graznidos en el cielo como un rosario de luz, ya no son para mi una alegría como antes, sino un anuncio negro de lo que ha de venir. Pues solo veo muerte y destrucción. Y mis ojos están llenos de miedo.


Príncipe mío, el más hermoso y noble de mis hijos, el menor, el más querido: con tristeza escribo estas líneas.


Los sabios han hablado. Las piedras de Angar, dotadas de entendimiento, han hablado. Las serpientes del abismo de Unruth han hablado. Morirás en la ciudad de Liel. Está escrito.


Adiós.

Esta carta es inútil.



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Aceite (gastronomía)


Como todo el mundo sabe el aceite es un líquido verde que se extrae de las aceitunas. No debería poner esto por escrito porque da la impresión de que mis lectores están haciendo el imbécil conectándose a este blog. Sin embargo yo creo que debe decirse bien alto: el aceite se extrae de las aceitunas. Es como el vino, sí, sale de la uva, aunque no todo el mundo lo tenga tan claro.


Las aceitunas son los frutos del olivo, un árbol que se cultiva en el Mediterráneo desde la antigüedad. Supongo que todos ustedes lo conocen. Durante sus diez primeros años de vida los olivos no producen frutos, lo que revela claramente la sabiduría y paciencia de estos nobles y hermosos árboles. Las ramas del olivo son además un símbolo de paz y los griegos solían coronar con ellas a los vencedores de las olimpiadas. Por añadidura, de esta manera los atletas quedaban muy guapos.


Contrariamente a lo que se cree por lo que hemos visto en esos documentales de la tele tan bestias, los olivos no deben “varearse” nunca, pues son árboles muy sensibles y pueden echarse a llorar si se los trata con violencia. El procedimiento correcto para recoger su fruto es el “ordeño”, que se realiza deslizando suavemente las manos semicerradas a lo largo de las ramas, para recoger una a una las olivas. Ya casi nadie hace esto, pero si usted conoce a un agricultor que todavía practica el “ordeño” con sus olivos, póngase en contacto conmigo y dígamelo inmediatamente. Estoy dispuesto a pagar miles de dólares por un litro de ese aceite.


Parece ser que Pitágoras de Samos, el famoso atleta hijo de Crates al que no hay que confundir con Pitágoras el de siempre, se alimentaba casi exclusivamente de olivas, lo que le confería una fortaleza fuera de lo común. Este muchacho, cuyo aspecto afeminado fue objeto de burla del resto de los atletas en la Olimpiada del año 588, derrotó con facilidad a sus contrincantes en todas las pruebas, por lo que fue condecorado con las hojas del mismo fruto que constituía su dieta básica habitual.


El mejor aceite de oliva es el que se obtiene “en frío”, llamado popularmente “aceite de señorita”.

12/12/10

Jabalí (gastronomía)


La pasión de Obélix por este sabroso artiodáctilo es bien conocida. Asado y acompañado de castañas resulta un manjar exquisito. El simpático y orondo guerrero galo los consumía habitualmente de dos en dos, aunque yo no recomendaría dicha dieta a nadie.


Los jabalíes son salvajes. De hecho se trata de “cerdos salvajes”. Uno muy fiero mató a Adonis. En cautividad resultan difíciles de controlar, aunque hoy en día se crían con relativo éxito y en los supermercados suele haber carne de jabalí a menudo. Y también en los restaurantes. La semana pasada yo mismo estuve en uno en el que me la ofrecieron, pero me acordé de Obélix y rehusé probarla.


El rey David también tuvo un jabalí muy famoso, el legendario “Asolador de la Viña del Señor” del que tanto se ha hablado. Pero no conseguía tenerlo nunca bien sujeto y le destrozaba las cepas. Así que al final se deshizo de él, ya que puestos a elegir y haciendo un inteligente uso de su proverbial buen juicio, prefirió el vino.

Historia kuba


Primero fue Mboom. Mboom era enorme y vivía sobre las aguas. No había nada más en el mundo. No había tierra. Solo existían Mboom y su hermano Ngaan. Mboom era blanco y Ngaan negro. Ambos eran sabios.


Un día Moboom enfermó, y vomitó el cielo y las estrellas. Después vomitó las montañas, las plantas y los animales. Así creó el mundo. Después se peleó con Ngaan por una mujer, pero Ngaan era más fuerte y ganó, así que Mboom se retiró a los cielos para no volver jamás y Ngaan se quedó en la tierra... y se convirtió en el padre de todos los hombres.

Berza marina (botánica)


Esta planta es idiota pero vive junto al mar. La berza marina (Calistegia soldanella) cura la hidropesía, cosa que le hubiera venido muy bien a Felipe II si lo hubiera sabido a tiempo.

2/12/10

Belladona (botánica)


La Belladona (Atropa belladonna) es una hermosa planta cuyo fruto es una cerecita muy lucida... y muy venenosa. El nombre de belladona se lo puso, lógicamente, un italiano: Mattioli. La belladona florece dos veces al año. Tanto la raíz como los tallos y el fruto contienen atropina, una sustancia que paraliza los músculos y los nervios. El nombre también viene de que antiguamente solían utilizarlo las señoras para embellecerse y resultar más seductoras, ya que la belladona aplicada en el ojo dilata la pupila. Por contra no ves un pimiento, pero a ellas eso no les importaba. Y a los varones objeto de su seducción, seguramente tampoco.


Los oculistas siguen utilizando la belladona hoy en día con el mismo fin de dilatar la pupila. O sea que en el caso de la belladona un efecto secundario indeseado ha pasado a ser el fin primario buscado, y aquel otro primero ha desaparecido. O al menos no se sabe, o yo no sé, que los pacientes salgan más guapos de las consultas...


Una variedad de belladona se llama tabaco gordo, pero su consumo no embellece a nadie. Lo sé porque soy fumador.

El petirrojo


El petirrojo es un pájaro muy abundante en América y Europa. Los ingleses lo llaman Robin (de los bosques, naturalmente). En España es fácil verlos en jardines e incluso en parques urbanos. Son seres diminutos y deliciosos cuyos movimientos y gorjeos enamoran el corazón. Pero en realidad son pájaros muy territoriales y agresivos; y lo que a los observadores y profanos nos parecen juegos, persecuciones, amoríos y risas, en realidad son guerras despiadadas y terribles.


Una amiga mía tuvo durante un tiempo una casa de campo en las afueras de Santiago. Y el jardín, en lugar de suyo parecía ser propiedad de estos minúsculos y graciosos pajarillos de mejillas y pecho anaranjado, que lo ocupaban por completo. Tal vez por eso al final tuvo que irse y dejó la casa.


William Blake, el poeta e ilustrador inglés, siempre que encontraba uno preso lo liberaba de inmediato. Decía: “A robin redbreast in a cage / Puts all heaven in a rage”. O lo que es lo mismo: “Un petirrojo en una jaula preso / Provoca iras en todo el cielo”.