16/12/10

El ornitorrinco Cierto

Esta historia la conocen pocos.


Un niño tenía un ornitorrinco que se llamaba Pablo Cierto. El niño no tenía nombre. El ornitorrinco era muy listo y acompañaba al niño por toda España. Los dos se hicieron famosos participando en concursos de televisión tipo “Saber y Ganar”. El ornitorrinco siempre sabía todas las respuestas y el niño ganaba mucho dinero con él.


Un día el propietario de un circo le ofreció al niño cinco mil dólares por el ornitorrinco, pero el niño dijo que no, porque el ornitorrinco era su amigo. Varios meses después el ornitorrinco fue seleccionado para representar a España en el festival de Eurovisión. El dueño del circo aprovechó la ocasión para volver a la carga y esta vez le ofreció al niño diez mil dólares, pero el niño volvió a rechazar la oferta.


Entonces el ornitorrinco recibió un telegrama de Australia. Decía así: “Pablo ven. Herencia importante. Firmado Jorge Cierto.” Jorge era el hermano pequeño de Pablo. Así que el niño y el ornitorrinco ya no pudieron ir a Eurovisión, tuvieron que embarcar en un avión y partieron rumbo a Australia. El viaje no fue tranquilo porque Pablo no pudo ajustarse el cinturón de seguridad del asiento correctamente, a pesar de la amable colaboración de las azafatas, y pasaron algo de miedo en el despegue y en el aterrizaje. Además, la comida del avión era horrible.


Al llegar a Australia Jorge los estaba esperando en el aeropuerto. Los llevó inmediatamente a un conocido despacho de abogados y allí Pablo se hizo cargo de la fabulosa herencia que le había dejado su tío Herminio, que consistía en un rebaño de trescientas mil ovejas merinas. Después Pablo y el niño trasquilaron todas las ovejas en un pis-pás, y con la lana hicieron una colcha enorme y se la llevaron a España de vuelta. La colcha era tan grande que salió en el libro Guinness de los récords.


Esta es la historia del ornitorrinco Pablo Cierto.

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