El petirrojo es un pájaro muy abundante en América y Europa. Los ingleses lo llaman Robin (de los bosques, naturalmente). En España es fácil verlos en jardines e incluso en parques urbanos. Son seres diminutos y deliciosos cuyos movimientos y gorjeos enamoran el corazón. Pero en realidad son pájaros muy territoriales y agresivos; y lo que a los observadores y profanos nos parecen juegos, persecuciones, amoríos y risas, en realidad son guerras despiadadas y terribles.
Una amiga mía tuvo durante un tiempo una casa de campo en las afueras de Santiago. Y el jardín, en lugar de suyo parecía ser propiedad de estos minúsculos y graciosos pajarillos de mejillas y pecho anaranjado, que lo ocupaban por completo. Tal vez por eso al final tuvo que irse y dejó la casa.
William Blake, el poeta e ilustrador inglés, siempre que encontraba uno preso lo liberaba de inmediato. Decía: “A robin redbreast in a cage / Puts all heaven in a rage”. O lo que es lo mismo: “Un petirrojo en una jaula preso / Provoca iras en todo el cielo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario