Quienes me conocen o siguen este blog ya saben que me encantan la duplicaciones y repeticiones. Yo, es que me repito mucho. Perdón. Estas fotos forman parte de un experimento visual que consiste en unir un lado de un rostro con su mismo lado invertido. El resultado suele ser inquietante, aunque también hermoso de alguna manera. Salen una especie de “freaks”.
La belleza nunca es la perfección; y la creencia de que la simetría es un estadio superior del arte no es sino un engaño de nuestra mente. La belleza es inesperada. Esto lo explica muy bien Xuan Bello en un texto que ahora no recuerdo.
En su momento llegué a hacer un libro con estos retratos, titulado “The Arbus Paradise”. Tal vez porque los nuevos y sorprendentes rostros que aparecían al unirse a sí mismos me recordaban en algo, no sé en qué, a las fotos de doña Diane...
3 comentarios:
¡Qué cosas! Alguien dijo una vez que si se hiciera eso con una foto mía...saldría ganando. Con el tiempo ese alguien pasó a ser nadie.
Pues yo había leído por algún sitio que los rostros que nos parecían más bellos eran los más simétricos.
Estos parecen grotescos.
Saludos.
Nada más aburrido que la perfección. Creo que Punset ha dicho en algún lado que la simetría de una cara es lo que nos atrae de ella - pero imagino que se refería más a la armonía o ausencia de rasgos prominentes.
Interesante experimento y sí, recuerdan a Diane Arbus.
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