16/4/10

El bosque sin voz


El bosque sin voz era totalmente silencioso. En él no se oía nada. Ni el rumor de una hoja, ni el viento, ni un pájaro. En contrapartida era increíblemente hermoso. Los hombres que inadvertidamente se adentraban en este bosque y se perdían en él, ante su belleza se quedaban mudos de inmediato.


En el bosque sin voz había que se sepa, tres cosas prodigiosas. Una, la mujer-árbol que era sorda y con la que resultaba inútil conversar; otra, el árbol de metal que en lugar de frutos daba alambre de buena calidad; y por último la fuente sin ruido, que volvía locos a quienes bebían de ella.


Este bosque ya no existe. Fue arrasado por una multinacional maderera. Como no tenía voz, no pudo defenderse.

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