8/11/09

Un cuento portugués


El marinero portugués que tenía dos escaleras de flores en el corazón, por las cuales alternativamente subían suspiros y bajaban amores, no dejaba de llorar. Este marinero se llamaba Fernando y generalmente lloraba así: “Ó mar salgado, quanto do teu sal são lágrimas de Portugal!”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué preciosidad!

molano dijo...

El gran misterio de la música es cómo de tanta tristeza nació la samba.