Se suele creer que el mayor problema de Adán fue el de la pérdida de la inocencia y se han escrito muchos libros alrededor de este tema, pero lo cierto es que el primer hombre carecía totalmente de inocencia antes del pecado original. Tal vez perdiera el juicio, pero la inocencia de ninguna manera. Es un puro invento literario lo de la inocencia adánica. Una falsedad. Un mito. El hecho cierto es que aquel hombre fue creado en un instante, como un adulto, sin infancia. Difícilmente pudo perder lo que no tenía.
1 comentario:
Es curioso Victor que he dejado a medio escribir ayer una bobada que he titulado "La pérdida de la Inocencia".
Las mujeres solían negar haberla perdido. Negarlo era una máxima universal que se transmitía de madres a hijas generación tras generación. Los hombres es otro cantar. Y ahora resulta que Adán nunca fué inocente. ¿será que ninguno lo somos?
Publicar un comentario