26/6/09

Catro rapaces da Puebla (breve estudio)

La famosa canción “Catro rapaces da Puebla roubaron un rodaballo”, está plagada de inexactitudes. Tantas que resulta de todo punto de vista increíble que siga cantándose una vez tras otra de la misma forma. Tan sólo una absurda cabezonería rayana en la estupidez (y aquí hago también mea culpa), puede explicar un comportamiento tan irresponsable por parte de todos los gallegos. Aunque la canción es bien conocida, no estará de más recordarla:


Catro rapaces da Puebla

roubaron un rodaballo,

nunha lancha de Marín

coa proa de carballo.


O patrón que alí mandaba

tamén era de Marín,

e díxolle o rodaballo:

moito miras para min.


Mala chispa te coma,

mala chispa te dé,

mala chispa te trague,

¡Uh! ¡Ah! ¡Eh!


Fórono vender á lonxa

con moito disimulo.

¿E quén lle lo foi mercare?

O fillo do Cachirulo.

Pues bien, para empezar no todos eran de la Puebla. Uno de ellos, Simón da Roda era natural de Ribeira y vivía en Boiro; y otro, Germán Lourenzo “O Rubio”, había nacido en Marín. Tal vez por eso en el segundo verso de la segunda estrofa se dice del patrón que “también” era de Marín, pues la lancha no lo era, como veremos después. En cualquier caso los versos primero y tercero son falsos.


El asunto de si la lancha tenía la proa de roble o no, aun está por aclarar, pero lo que sí es seguro como ya hemos apuntado, es que ni la lancha ni el patrón eran de Marín. La lancha se llamaba Eudosia II y pertenecía a un tal Guillermo da Conta que había puesto a la embarcación el nombre de su segunda hija (la primera también se llamaba Eudosia). Guillermo había comprado la lancha nueva en Porto do Son a un afamado constructor de barcas y conservaba la factura, lo que demuestra que no era de Marín.


El patrón, Alberto Barros, muy marinero y hombre bien querido en La Puebla tampoco era del famoso puerto pontevedrés, sino de Malpica de Bergantiños donde aun residía toda su familia.


El rodaballo no era tal. En realidad se trataba de un rémol. Este error reviste una extrema gravedad ya que aunque un profano puede confundir un rodaballo con un rémol, tanto los cuatro chavales como el patrón sabían perfectamente qué se traían entre manos.


Ambas clases de peces son bótidos, peces planos que tienen los dos ojos en el lado izquierdo; si bien el rémol es más pequeño y tiene escamas, y el rodaballo no. Algún autor moderno ha aventurado la sorprendente tesis de que el pez podría haber sido una platija, un pez también plano pero que tiene ambos ojos en el lado derecho. Esta teoría se cae por su propio peso. El excelente trabajo de investigación titulado “Three men on a boat” (Oxford Press) del profesor Frank Lieberman, no deja lugar a dudas.


En el capítulo tercero del citado ensayo, el brillante estudioso británico hace una documentada reconstrucción escenográfica de la situación exacta de los personajes en la lancha, lo que junto con la información que proporcionan los versos séptimo y octavo, “...e díxolle o rodaballo: moito miras para min.”, nos da la clave: Si el pez hubiera sido una platija tendría los ojos en el lado derecho y, desde su posición le hubiera resultado imposible ver al patrón.


La tercera estrofa “Mala chispa te coma...”, es la única que resulta verosímil pues el enfado del pez es lógico y se sabe que muchos rodaballos hablan gallego perfectamente. Sin geada.


Por último, el hijo de “O Cachirulo”, un mecánico de motos cuyo nombre real era José Galiñanes, no pisó la lonja en su vida, por lo que no pudo comprar el rodaballo o rémol. En los últimos años sus herederos han presentado varias reclamaciones bien documentadas ante las autoridades competentes, en las que se demuestra fehacientemente que no fue el comprador del pez robado.


Aunque estas cosas a primera vista puedan parecer intrascendentes y futiles, es conveniente aclararlas para corregirlas y evitar así que en el futuro se sigan reproduciendo los mismos errores.


Una buena forma de preparar un rodaballo o rémol es guisado con patatas. Para ello se limpia bien el pez y, sin pedirle permiso, se corta rápidamente en rodajas de dos dedos de grosor. Después en una cacerola grande se hace un sofrito con ajo, mucha cebolla y tomate pelado y picado. Cuando esté listo el sofrito se agregan las patatas en rodajas y se revuelven con una cuchara de madera. Se le echa agua (preferiblemente un caldo de pescado) hasta que queden cubiertas, y se cuece todo a fuego lento quince minutos. Después se agrega el pescado, se sala y se deja al fuego diez minutos más. Al ir a servirlo se espolvorea con perejil picado.


Muchos dicen que si el rodaballo o rémol es robado, sabe mucho mejor. Es cierto.

3 comentarios:

molano dijo...

Magnífico Victor como siempre. Solo permíteme aclarar que el patrón no tenía dos hijas con el nombre de Eudosia lo que hubiera causado gran confusión en la lonja. Puso Eudosia a la segunda en recuerdo de su hermana mayor ahogada en el puerto de San Xiao de Ancorados que hoy conocemos como Marin donde su madre tenía una curtiduría. De ahí quizá la confusión sobre la procedencia del patrón.

Anónimo dijo...

Lo que son las casualidades... Con esta canción se levanto hoy mi pequeñaja. Aunque cambia la versión:

Nunha lancha de Marín
coa proa de carballo,
Catro rapaces da Puebla
roubaron un rodaballo.

Mala chispa te coma,
mala chispa te de

Foronno vender a praza,
e con moito disimulo,
quen yo foi a comprare...
aii aiiiii aiiii
o fillo do Cachirulo.

Aqui se acaba a historia
deste pobre rodaballo
que por non ter aceite
uiii uiiaaa iii
tuveron que comer asado.



Seguro que fue el de Boiro el que dio la idea de robar el rodaballo que los de LA PUEBLA somos muy decentes. (vease mi caso :p)

Anónimo dijo...

Este é parvo