Sería bonito que los cuentos fueran kolans, esos dibujos hechos con polvo de arroz con los que decoraban los indios los patios de sus casas en las fiestas y que después, los pies descalzos de los invitados desdibujaban y destruían hasta hacerlos desaparecer por completo.
1 comentario:
Para los lectores que adolecemos de memoria, es exactamente lo que son.
Los cuentos se desdibujan o destruyen en cuanto los lees - pero la ventaja es que al volver a leerlos, te resultan nuevos.
Preciosos los kolans.
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