25/6/10

Perdices


Las mujeres de la isla de Chíos, así lo aseguraba Heródoto, poseían habilidades extraordinarias. Podían domesticar a las perdices de modo que fueran tan obedientes como perritos. Una vez así adiestradas, sacaban a estas aves al campo por la mañana como si fueran rebaños de ovejas, y las recogían por la noche con un simple toque de silbato. Los hombres, en cambio, carecían de ese don.

No hay comentarios: