Un árbol precioso. Es el copey, también conocido como matapalo y tampaco. Las hojas de este árbol son enormes y muy gruesas. Los primeros españoles en América las usaron para escribir sobre ellas ya que puede hacerse fácilmente con un punzón. Algunos llegaban a grabarlas con dibujos muy elaborados y después, cortadas y escuadradas, las hojas les servían como barajas de naipes. A mi me encantaría poder echar una partida de tute con una baraja así.
Se sabe que fray Miguel de Mendoza (1537-1621), un eclesiástico natural de Moguer que llegó a canónigo de la catedral primada de La Española, escribió al menos veinticinco entremeses y seis comedias en hojas de copey. El hecho de que no se conserve ni una sola línea de sus escritos no impide considerarlo como el padre de la dramaturgia en el Nuevo Mundo.
Hoy en día los turistas se limitan a escribir en las hojas de copey tonterías del tipo “Carlos y Marta, Cancún 2005”. Sic transit gloria mundi. Los ingleses, en un alarde de creatividad y originalidad llaman a este árbol Autograph Tree. Y es que los ingleses, poniendo nombres a las plantas, son la bomba.
1 comentario:
Serán listos los ingleses que lo de copey luego se transformó en copy, copywriter, etc.:))
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