Parece ser que el escritor portugués Mario de Sá-Carneiro, cuando contaba 23 años de edad, conoció a un hombre extraordinario que tenía el poder de soñar exactamente cuanto quería. Si deseaba algo, aquel hombre sólo tenía que dormir y soñar; y fuese lo que fuese lo que deseara, era suyo.
Algunos especialistas en la vida y la obra del autor luso han sugerido y no sin cierta razón, que el descubrimiento de aquel poder desconocido transtornó al joven poeta hasta la obsesión, y pudo ser si no la causa, sí una de las razones que lo llevaron tres años más tarde a suicidarse en el Hôtel Nice de París, eso sí, elegantemente vestido de frac.
Con estricnina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario