6/5/09

Prodigios de la alquimia


          En “Memoria del fuego” de Eduardo Galeano, el escritor uruguayo cuenta un extraordinario prodigio de la alquimia del siglo XVIII que me deja atónito. Una transmutación inimaginable, por hermosa y cruel. Lo transcribo más o menos. No es del todo literal. 

          En síntesis Galeano explica cómo en 1776 los esclavos negros capturados en África son vendidos en Jamaica y Barbados al peso, para transformarlos en melaza; y cómo después son llevados a las destilerías de Massachusetts donde esa melaza se convierte en ron. Y a continuación, y esto es lo más asombroso, ese ron hecho de hombres cruza otra vez el oceáno, esta vez hasta Europa, para que en la noble Inglaterra algún caballero atildado, blanco y sin conciencia (los caballeros no suelen tenerla), pueda bañar su alma por dentro, por una vez en su vida, con unas pocas gotas del fuego negro de la verdad. Ron. Fuego. Memoria...

          No sé usted, pero yo ya me había quitado el sombrero antes de empezar. No lo dude un minuto más: deje este maldito blog y vaya corriendo a comprar el libro de Galeano.

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