En Trola todo el mundo dice unas mentiras enormes, el alcalde, el del butano, el taxista... todos. Les encanta mentir y van por ahí mintiendo todo el día como condenados.
Vas por la calle tranquilamente y de pronto, sin comerlo ni beberlo se te acerca un desconocido y te cuenta una bola grandísima, como por ejemplo que esa misma mañana mientras desayunaba, fue atacado por una bandada de gorrinos voladores.
Bueno, pues eso es una mentira increíble porque en Trola, y esto lo sabe todo el mundo, los gorrinos voladores nunca salen antes de las cinco de la tarde. Además son pacíficos y no atacan a nadie.
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