En una isla vivía una vaca. Era una vaca enorme y no paraba de comer hierba. Comía hierba constantemente. Como la isla era pequeña la hierba se acabó. Entonces la vaca tuvo que hacerse a la mar. Navegando por el océano se cruzó con un yate. La gente del yate la vio y el capitán dictaminó:
- Es una vaca marina.
Y todos los pasajeros decían señalándola:
- Mirad, mirad, una vaca marina.
Lo que más odiaba la vaca era que la llamaran vaca marina, porque ella era una vaca normal y no una vaca marina. Así que siguió nadando desdeñosa sin hacer caso del yate. Además tenía hambre y necesitaba otra isla. Más adelante encontró a un pescador.
- Hola, pescador -le dijo-. Estoy cansada de nadar, ¿podrías llevarme un rato en tu barca?
- ¿No serás una vaca marina? -contestó el pescador-. Porque si lo eres no te quiero en mi barca. No transporto vacas marinas.
- Oh, no. Claro que no. Soy una vaca normal. Solo estoy buscando una isla con hierba para quedarme en ella.
- Está bien, sube. Hay una isla cerca con mucha hierba buena. Si te gusta, puedo dejarte en ella.
La vaca subió a la barca y pronto llegaron a la isla que había dicho el pescador. A la vaca le gustó bastante y decidió quedarse. Le dio las gracias al pescador, saltó de la barca y nadó hasta la orilla. Después se instaló en la isla y empezó a comer hierba. Pero la hierba dijo:
- Esta vaca es muy peligrosa. Acabará comiéndose toda la hierba de la isla. Ya hizo lo mismo con la isla vecina. Tengo que hacer algo.
Así que una noche mientras la vaca dormía, la hierba la cogió por sorpresa y la arrojó al mar. La vaca, que tenía un sueño muy profundo, fue flotando arrastrada por las corrientes toda la noche, hasta que arribó a las costas de Irlanda. Un fornido campesino pelirrojo la recogió y la llevó a su casa. Le dijo a su esposa:
- Sarah, he encontrado una vaca muy buena en el mar. La he puesto en el establo. La llamaremos “La Vaca Marina”.
1 comentario:
Fermoso relato Víctor ! temos que voltar a Irlanda ... xa temos 2 amigas !
unha aperta !
Xoan
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