Los antiguos habitantes de Islandia empleaban la corteza de esta conífera para elaborar cerveza, y su leña para alimentar a los caballos. Puede que esta fuera la razón por la que aquellos nobles equinos padecieran constantemente fuertes dolores de estómago. La cerveza en cambio, era buena.
Los abetos proporcionan madera, aceites medicinales y por supuesto, son muy apreciados en navidad. Pero ¡cuidado!, son de entendederas estrechas; nunca se ha visto un abeto con dos dedos de frente. Si usted tiene uno en casa, ándese con ojo. Estos hermosos árboles suelen estar tan preocupados por el viento, la humedad del suelo y el tiempo que hará mañana, que resulta imposible explicarles nada, pues no prestan atención a lo que no les interesa.
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