10/1/11

Albrizia Julibrensis (botánica imaginaria)


Árbol caducifolio muy alegre que no alcanza más de ocho metros de altura y normalmente tiene aspecto de arbusto poco desarrollado. Las hojas son bipinnadas, salvo orden en contra. Las flores, en capítulos, vienen al final de las ramas. Sin embargo a veces no vienen y entonces no hay forma de diferenciarlas de las del agapanto precoxis, lo que ha constituido durante años un motivo de preocupación para los botánicos, pero un hecho carente de interés para el resto de los mortales.


La Albrizia fue muy apreciada en la Edad Media, donde se la consideraba de buen augurio si aparecía por sí sola a la puerta de casa. Entonces además, había que darle de comer. La Albrizia canta bien normalmente; y aun mejor si se la riega todos los días con unas gotas de licor café (el mejor es el de Entrimo, Ourense) disueltas en vino. Es una planta besucona y si se quiere que se dé bien, hay que seguirle la corriente. Y besarla, claro.

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