12/7/11

El guardián


Un rey tenía un gallo que vigilaba el reino muy bien. El gallo estaba siempre en la torre más alta del castillo y desde allí lo veía todo. Constantemente oteaba el horizonte de un lado a otro. No se le escapaba nada de nada, y al más mínimo problema enseguida daba la voz de alarma. Era un guardián estupendo y el rey estaba encantado con él porque así sus súbditos se sentían seguros. Un día el gallo dijo:


– Majestad, se acerca un gran ejército por el este.


Entonces el rey tomó todas sus pertenencias y sin decírselo a nadie, huyó hacia el oeste como una bala.

3 comentarios:

  1. Cómo me recuerda ese gallo a una de mis vecinas ...

    ResponderEliminar
  2. Y probablemente el gallo acabó haciendo un buen caldo en una marmita de los invasores.

    Qué vida esta.

    ResponderEliminar
  3. Mª Reyes3/8/11, 12:28

    Estupendo el cuento. Enhorabuena.
    Me parece muy interesante la transformación del rey en bala, si fuera posible me gustaría tener más información al respecto.
    Muchas gracias.

    ResponderEliminar